Aunque todavía estamos en verano, hay muchos que ya piensan en la Navidad. Comprar un décimo de lotería en el lugar en el que uno veranea sigue siendo todo un clásico.
Hay quienes se mantienen fieles a un mismo número. Y quienes prefieren improvisar con la suerte.
Algo que lo notan y mucho las propias administraciones. A cuatro meses para la celebración del sorteo, ya pensamos en la suerte de cara al próximo 22 de diciembre.