En Galicia, la situación mejora, aunque han sido unos días muy complicados por los incendios. Aún siguen activos nueve focos. La provincia más afectada hasta ahora ha sido Orense. Se espera que la bajada de las temperaturas ayude en la extinción de las llamas en la región.
Equipos antiincendios trabajan en nueve focos en Galicia, que afectan a más de 4.000 hectáreas en toda la región. La provincia más afectada es Ourense, donde en las últimas horas se ha estabilizado el incendio de Castrelo Do Val, que ha calcinado 100 hectáreas. En esta provincia hay llamas también en Riós, Oímbra y Laza. Este último sigue activo aunque perimetrado y ya se han quemado más de 2.000 hectáreas.
En Lugo, hay un incendio activo en Pantón desde anoche lunes, y otro estabilizado en Ribas de Sil.
El calor y las rachas de viento han preocupado hasta ahora a los bomberos. No obstante, a lo largo del día se prevé que la bajada de temperaturas en toda Galicia facilite la lucha contra las llamas.
De hecho, este lunes quedaron extinguidos varios fuegos en la provincia de Ourense: en O Irixo, en la parroquia de San Cosmede de Cusanca, donde ardieron unas 680 hectáreas; en Carballeda de Valdeorras, parroquia de Casio, con 440 hectáreas; en Boborás, parroquia Astureses, con 99,4 hectáreas calcinadas; en el municipio de A Gudiña, que se inició en Pentes, y que calcinó 76,5 hectáreas.