Motos de agua que se acercan peligrosamente a los bañistas, otras que circulan a gran velocidad o, incluso, con alguna que otra copa de más. Estas son algunas de las situaciones que la Policía Local de Málaga, en coordinación con el Servicio Marítimo de la Guardia Civil y la Capitanía Marítima tratan de corregir y evitar a través de operativos pioneros en el mar.

En estos controles se están usando radares portátiles para comprobar la velocidad de las motos acuáticas y otras embarcaciones, además de etilómetros para realizar pruebas de alcoholemia a los conductores, así como otros medios técnicos como cámaras con teleobjetivos y prismático para no perder de vista nada de lo que ocurre en medio del agua.

El pasado fin de semana la policía comenzó con dicha operación, en la que se llegaron a detectar un total de 18 infracciones. La mayoría de ellas derivaron en denuncias por exceso de velocidad, aunque también se sancionó a conductores que no llevaban la documentación o la tenían caducada y por no tener los dispositivos de seguridad homologados.

Del mismo modo, los agentes avistaron y multaron a otros conductores que no portaban los chalecos salvavidas obligatorios, a otros por llevar a cabo actividades no permitidas en el canal náutico y también por, directamente, negarse a colaborar en la labor de inspección que estaban desarrollando.

A través de estas operaciones, como ha explicado la Policía Local en un comunicado, lo que se persigue es proteger la integridad de todas las personas que disfrutan de un baño o realizando actividades recreativas en el mar ante posibles comportamientos negligentes.