El verano es época de mosquitos y de todo tipo de insectos: durante los meses de calor su presencia aumenta y por eso es frecuente que nos encontremos con ellos en todas partes, incluyendo nuestro vehículo. En principio no debería haber problema pero lo cierto es que su acumulación en la zona de las lunas puede reducir la visibilidad al volante y convertirse en un potencial peligro, especialmente si intentamos librarnos de ellos accionando el parabrisas y terminamos por esparcirlos por todo el cristal. ¿Cuál es la mejor forma de acabar con ellos?
Puede que parezca exagerado hablar de un riesgo al volante por la presencia de mosquitos u otros insectos esparcidos por los cristales, pero lo cierto es que circular por ciertas zonas, especialmente las de contacto directo con la naturaleza, puede convertirse en una verdadera odisea de bichos, polvo, hojas y demás residuos. Por eso no está de más ir preparado para todo y contar siempre con recursos para poder limpiar los cristales de forma rápida y sencilla.
Usar el parabrisas puede resultar contraproducente, y lo mismo se aplica a otros métodos abrasivos, como utilizar un rascador o un estropajo. Lo mejor es tener a mano agua (preferiblemente caliente, lo que no debe ser un problema con las temperaturas del verano) y echarla sobre la luna, con cierta presión, dejándola actuar durante unos segundos. Cuando los restos de insectos y otros tipos de suciedad se ablanden, utiliza una esponja suave o un cepillo no abrasivo con un poco de jabón para eliminar los residuos más voluminosos. Vuelve a echar agua caliente para aclarar y seca con una toalla limpia y suave o con papel de cocina.
Es importante que lleves en el maletero todo lo necesario para responder a este tipo de necesidad: puedes almacenar el agua en botellas de plástico y tener a mano un tapón con pequeños agujeros que puedas usar a modo de ducha: bastará con apretar para que el agua salga con la presión deseada. Además, lleva contigo un jabón apropiado, esponja y varios paños limpios.
Además, existen productos y jabones en el mercado diseñados específicamente para eliminar los bichos de los cristales, tanto en líquido como en seco. Sigue las instrucciones del fabricante y ten en cuenta que igualmente necesitarás paños o trapos para eliminar la suciedad. También puedes adquirir repelentes de lluvia, un tipo de producto que, además de evitar la incidencia directa del agua, puede ponérselo más difícil a los insectos a la hora de posarse sobre el cristal.
Por último, es recomendable no dejar que la suciedad se acumule en tus cristales y limpiar de vez en cuando y después de cada trayecto largo: te será mucho más sencillo que hacerlo cuando la suciedad esté seca e incrustada. Ten en cuenta también que la acumulación de insectos muertos puede dañar la pintura y la carrocería de tu coche a largo plazo. Limpia cuando la chapa esté fría y, si puedes, utiliza un jabón antimosquitos. Cualquier técnica de encerado o brillo ayudará a que los insectos se lo piensen dos veces antes de posarse en tu coche.