Trabajan exhaustos librando una batalla interminable. Estos brigadistas intentan resistir como pueden en medio de esa atmósfera irrespirable. Una y otra vez repiten la misma maniobra, agachados para respirar el humo de la parte baja del incendio que es más limpio y volver a a dejarse piel frente a ese infierno.
Otro ejemplo de resistencia es el de este voluntario de Folgoso de Caurel, Víctor, quien se clavó una ramaen un ojo pero decidió seguir ayudando a su pueblo. "En ese momento no piensas. Me falta un ojo, pero yo veo bien. Yo no noto nada", explica.
Tres grandes incendios en Galicia siguen sin control
No se siente un héroe, pero es que no podía permitir que un incendio volviese a destrozar su vida ni la de sus vecinos. "Llegamos a los pueblos, al monte, a que no arda, a acabar con los incendios estos", asegura Víctor.
Todavía siguen preocupados por los tres grandes incendios que continúan sin control en Galicia, amenazando algunas zonas habitadas. "La gente está muy nerviosa, corriendo de un lado para otro, porque todo el mundo tiene miedo a que le arda la casa", señala uno de los bomberos de la Xunta.
A los fuegos de Courel y Valdeorras se suma ahora el del parque natural de Invernadeiro, que ya ha devorado más de 5000 hectáreas. "No hay forma de poderlo atacar por la altura del matorral", concluye uno de los bomberos.