El pino Castrejón, uno de los emblemas de la localidad abulense de El Hoyo de Pinares, se ha salvado de ser pasto de las llamas que el pasado sábado comenzaron en la vecina localidad de Cebreros, como consecuencia de un colilla mal apagada. Situado a unos tres kilómetros del casco urbano del pueblo, este imponente ejemplar forma parte de la "identidad" de los hoyancos, según el alcalde del municipio, David Baltrán, quien en los momentos más duros del fuego y con sus vecinos desalojados llegó a decir, entre lágrimas, que los vecinos son "como el pino piñonero".
"Somos como el pino que aguanta el calor y conserva el verde, aunque se queme", comparó el pasado martes el regidor, que este viernes destacaba, como símbolo, el hecho de que el operativo desplegado en la zona, consiguiera salvar el pino Castrejón. Este ejemplar, que en 2018 quedó segundo como árbol de ese año en España, se ha convertido ahora en una especie de isla rodeada del negro del monte que le rodea, ya que los operarios y voluntarios lograron salvarlo de ser engullido por las devastadoras llamas.
Se trata de un impresionante ejemplar de 16 metros de altura, 4,78 metros de tronco, 25 de copa y más de 250 años de edad, que tras este incendio que ha arrasado 4.500 hectáreas, se ha convertido en una especie de metáfora, que refleja la resistencia de un pueblo frente a unas llamas que se quedaron a 30 metros del casco urbano.
El pino Castrejón, que sobresale por su porte y silueta inconfundible en la distancia, está situado en un prado sin otros árboles, llamando la atención su amplitud de copa -25 metros- debido a las extensas ramas horizontales que parten de su cruz.
La copa es de forma aparasolada, típica de la especie en los ejemplares maduros, y se dice que sus ramas han llegado a producir hasta 2.000 piñas en una única temporada.
Para los vecinos de El Hoyo de Pinares siempre ha sido una referencia porque trillaban en los prados que le rodean y se cobijaban del sol.
Ahora, este emblema se ha convertido en todo un símbolo de la residencia de El Hoyo de Pinares frente al fuego, puesto que su color verde resalta aún más frente al negro que lo rodea, a modo de isla, en este municipio abulense que pretende fijarse en el pino Castrejón para salir adelante de esta tragedia.