José Antonio de 60 años, barrendero, se desplomó tras tres horas a 40 grados

Ocho días llevamos ya de ola de calor en España, con temperaturas que han superado este fin de semana los 45 grados. Y ya han muerto más de 300 personas por sus efectos. Madrid ha vivido el drama de dos fallecidos por golpes de calor. Uno de ellos era un barrendero, José Antonio, de 60 años, que se desplomó a las cinco y media de la tarde cuando llevaba más de tres horas barriendo casi a 40 grados. Es el reflejo dramático de los que trabajan a pleno sol con temperaturas extremas. La temperatura de su cuerpo superaba los 41 grados. Un golpe de calor lo dejó inconsciente. Murió en el hospital tras un infarto.

José Antonio cambió el turno con un compañero

Lo que es la vida y el destino, José Antonio cambió el turno con un compañero. Iba a entrar por la mañana, pero lo hizo por la tarde para hacerle un favor. De las tres a las diez. No pudo acabar la jornada. Llevaba botellas de agua y un spray para refrescarse pero fue suficiente ante el golpe de calor. José Antonio sabía lo que era trabajar duro, primero en una frutería, hasta que se hizo con ella, pero la crisis se lo llevó por delante. Así que encontró refugio como barrendero. Su contrato era por un mes.

El ministerio de Trabajo había incluido por primera vez a las empresas de limpieza en las campañas de prevención contra los golpes de calor y se había enviado una carta a la subcontrata para la que trabajaba el barrendero fallecido, pero no habían tomado medidas. Su fallecimiento ha llevado al ayuntamiento de Madrid a pedir a las empresas que flexibilicen los horarios para evitar que trabajen de 2 a 5 de la tarde.

Se fue el mejor padre que he podido tener, siempre llevaré conmigo el ejemplo de mi padre, una gran persona, currante hasta la muerte

Su hijo, Miguel, publicó un mensaje en su cuenta de Twitter horas después de saber la muerte de su padre: “Se fue el mejor padre que he podido tener, siempre llevaré conmigo el ejemplo de mi padre, una gran persona, currante hasta la muerte. Ten por seguro que los tuyos te tendremos siempre con nosotros y sé que, en donde estés, nos darás esa fuerza que transmitías en vida”. José Antonio también tenía otra hija, Laura, de 19 años. Su hijo Miguel ha lanzado la voz de alarma sobre las condiciones en las que trabajaba su padre, entre ellas, el material de las prendas que usaba día a día.

De hecho, los uniformes de poliéster que llevan los operarios también están ahora en tela de juicio. Piden prendas apropiadas para sobrellevar el calor. La inspección de Trabajo investiga esta muerte y por qué la empresa no tomó medidas para prevenir este tipo de accidentes.

Así se deben hacer los uniformes

En la fabricación de uniformes como los servicios de limpieza, a veces no se tiene en cuenta que los trabajadores tendrán que bregar con el frío y con el calor, como en este caso extremo. Hay tejidos que son los más recomendables para los trajes de faena.

A muchos trabajadores, sí les han preparado, no obstante, para esta ola. Con ropa de colores claros, tejidos ligeros y transpirables. Se hacen ensayos para medir dos variables, la resistencia a la evaporación y el aislamiento térmico. Se coloca el tejido en un simulador de nuestra piel a 35 grados. Es una tecnología al servicio de la moda que bien le habría medida a José Antonio, al que el corazón dijo basta. Su muerte puede provocar que para el trabajo de barrendero y otras de estos perfiles se busquen ya tejidos inteligentes.