Los videojuegos, fuente de tensiones entre padres e hijos: ¿cuál es el uso aconsejable de las consolas?
Los videojuegos son una fuente de tensiones entre padres e hijos: ¿cuál es el uso aconsejable de las consolas?
Los expertos no se ponen de acuerdo: unos reclaman un cierto control y otros defienden que desarrollan las capacidades
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Hace ya días que los más jóvenes de la casa disfrutan de sus vacaciones, abriéndose un espacio de ocio que padres e hijos no siempre están de acuerdo en cómo llenar. La pulsión de los menores por los videojuegos es una fuente común de tensiones, y también de cierta preocupación.
Nunca se sabe cómo acertar. Hemos consultado a expertos sobre el uso más aconsejable de las consolas y la verdad es que no hay una solución mágica.
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Ángel Peralbo, psicólogo sanitario, asegura que "si dejamos el tiempo libre simplemente para que se ocupe, si dejamos barra libre con el tema tecnológico, puede ser un auténtico caos".
De vacaciones, con todo el tiempo del mundo, la tentación se les agiganta. También el dilema para los padres: videojuegos, ¿sí o no? Y más en concreto, ¿cuánto?. "Decir que no a la tecnología es absurdo. Yo entiendo que la tecnología estaba, está y cada vez estará más presente", dice Peralbo.
Los expertos no se ponen de acuerdo
Amaya Herranz, del King's College, explica que "con el uso de las tecnologías es normal que vayamos creando nuevas formas de arte y de entretenimiento que revolucionen nuestras vidas. Son el sitio perfecto para aprender y desarrollar nuestras capacidades".
Peralbo indica que "para mí, la clave del éxito está en sí tecnología, pero con sentido común, consensuada".
El secreto pues es como el de la sal en las recetas, que aportar aportan. Eso sí, sin olvidar que cada minuto delante de la pantalla tiene su precio. "En la medida en la que crecen (las consolas), decrecen otro tipo de actividades lúdicas por excelencia y muy enriquecedoras, como la convivencia familiar o salir con los amigos", advierte Peralbo.
Solución: las cosas claras y cuanto antes. "No me refiero necesariamente a un control férreo que vaya de arriba abajo, pero sí buscar que todas las partes sepan muy bien desde el inicio de las vacaciones cuáles son los tiempos adecuados para dedicarle a esto", aclara el psicólogo.
La consola es parte de su mundo, no hay por qué renunciar, pero tampoco olvidar que hay todo un mundo más allá de la consola.