El juicio por el caso de Marta Calvo, la joven de 25 años desaparecida y presuntamente asesinada en Manuel (Castellón) en 2019, afronta este martes la decimosexta sesión. Durante esta jornada han prestado declaración varias personas, incluido el director de producción de la planta de tratamiento de residuos urbanos de Los Hornillos, quien ha asegurado que una cabeza humana o medio brazo pudieron pasar dentro de bolsas de basura por la cinta de reciclaje sin que fueran detectadas por los trabajadores.
El director de producción de la planta ha concretado en un 5% el porcentaje de residuos embolsados que se embalan sin revisarlos para su traslado al macrovertedero de Dos Aguas. "Nos hemos encontrado cabezas de cerdo, animales muertos, mascotas, y hasta perros grandes, todo lo que cabe en un contenedor de basura, pero algunas no pasan el triaje. Todo lo que no cabe por 190 milímetros pasa a la planta de rechazo, y muchas de esas bolsas si no se han abierto se quedan sin abrir", ha señalado en su declaración.
El presunto asesino de Marta Calvo, Jorge Ignacio Palma, acusado también de matar a otras dos mujeres, –Arliene Ramos y Lady Marcela Vargas–, así como de intentarlo con otras ocho mujeres entre el verano de 2018 hasta el 7 de noviembre de 2019, se deshizo del cadáver de la joven tras descuartizarla, según los investigadores. No obstante, se desconoce en qué punto lo hizo o si contó con ayuda.
Esta jornada también ha prestado declaración un hombre que mantuvo relaciones sexuales con Marta pocas horas antes de su muerte. Durante el juicio ha comentado que es posible que la joven consumiera varias cervezas y cocaína. Asegura que estuvo con la joven una hora y media, entre las 21:00 y las 22:30 horas de la noche del 6 de noviembre de 2019, y que después regresó a su domicilio.
Asimismo, ha manifestado que la joven le dijo que había quedado con otro hombre esa noche, sin precisar ningún dato más sobre esa persona, aunque la investigación determinó que acudió con Jorge Ignacio Palma a su domicilio en la localidad de Manuel, donde fue asesinada aquella madrugada.
El presunto asesino de la joven acudió cinco o seis veces, entre agosto de 2017 y enero de 2018, a un centro de tratamiento de adicciones de Valencia, según ha explicado la directora terapéutica del mismo. Sin embargo, ha precisado que sus profesionales "trabajan sobre la base de los grupos de ayuda mutua sin reconocimiento como centro de desintoxicación por parte de la Administración".
La fiscal del caso, Socorro Zaragozá, también ha preguntado a un testigo si recordaba qué pasó durante un viaje a Gandía con Jorge Ignacio Palma, cuando ambos conversaban durante el trayecto que realizaron con el coche del acusado. Así, ha señalado que el procesado habló de una casa abandonada situada junto a la carretera.
"Me dijo que era un buen sitio para deshacerse de un cadáver", ha precisado. El comentario del presunto asesino de Marta le llamó la atención, pero lo recordó tras su primera declaración ante la Guardia Civil y lo transmitió meses después. Además, no consiguió llevar a los agentes a encontrar una pista para esclarecer el crimen. "Lo dije por si acaso, me sentía en la obligación de ayudar, ojalá hubiera servido", ha concluido.