Se han hartado de decirnos que son los más vulnerables, y que hay que protegerles. Y las nuevas oleadas de covid lo están demostrando: con la séptima en plena expansión, las personas que ingresan en los hospitales por infección de SARS-CoV-2 son ancianos con patologías previas. Es decir, mayores de 80 años, los mismos que ingresan por otras infecciones como la gripe o similares.
Desde el 28 de marzo el Ministerio de Sanidad contabiliza solo la incidencia de los mayores de 60 años, al ser considerados como grupo de riesgo. Con el resto de la población se realiza un seguimiento estadístico. Así que los datos más fiables son los de los ancianos: la incidencia acumulada en este grupo de edad ha aumentado esta semana en 188 puntos: 841 casos por cada 100.000 habitantes. Baleares, Canarias, Castilla-La Mancha, Extremadura, Madrid y La Rioja superan los 1.000 casos. En los mayores de 80 años se supera esa cifra con más de mil casos por 100.000 habitantes en el cómputo nacional.
Todo esto se refleja en las hospitalizaciones: el último informe de Sanidad sobre la covid-19 indica que hay casi diez mil hospitalizados (1.300 más que el viernes 24 de junio). Desde el final de la ola de ómicron no se veían una situación tan negativa. La séptima ola ya supera a la sexta en datos de hospitalización y UCI y está cerca de igualar los registros de incidencia.
Los médicos perciben la realidad estos datos. Juan Antonio Sanz Salanova, portavoz de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene, explica que la mayoría de personas que necesitan ser hospitalizadas por covid o con covid son "mayores, por encima de 80 años, que además tienen patologías asociadas. Cualquier infección descompensa sus enfermedades previas y les afecta todo más porque su salud de base es precaria".
Trabaja en un hospital de Cantabria y tiene la sensación de que estos ingresos son algo más largos que los de principios de año con ómicron: "Hay menos rotación de camas que en los meses pasados y eso es algo que, a falta de datos, percibimos en bastantes lugares de España porque me lo han comentado los compañeros".
La causa, para el experto, puede estar en la mayor agresividad del virus al tratarse de variantes que escapan a la inmunidad previa tanto por contagio anterior como por vacunación. Pero también pesa que el perfil hospitalizado es mayor que en oleadas y "les cuesta más salir adelante y recibir el alta. De momento los datos de mortalidad no son alarmantes".
Desde Madrid, Guillermo Maestro, médico especialista en Medicina Interna del hospital 12 de Octubre, aporta datos: "Entre el 8% y 10% de los ingresados están en UCI, pero hay que advertir que algunos están por otros motivos y el covid es la puntilla". Y coincide en la descripción del perfil de persona que ingresa en el hospital con infección por SARS-CoV-2: "Es alguien correctamente vacunado pero es mayor y tiene otras patologías. Así que al coger la covid y, como pasaba con la gripe, descompensa sus otras patologías y enferma más".
El perfil, afirma el internista, no ha cambiado desde que las vacunas se han generalizado. En la UCI los no inmunizados o personas sin la pauta completa siguen siendo el 40%. "Y luego hay otro porcentaje de pacientes que necesitan ingreso, y a veces incluso cuidados intensivos, porque su sistema inmune está debilitado, como son las personas en quimioterapia o que toman tratamientos inmunosupresores", añade.
Maestro se muestra preocupado por la ocupación hospitalaria y el volumen de trabajo que implica una séptima ola: "Sí, la covid es menos grave que al principio, pero satura los hospitales. En mi hospital, respecto a prepandemia, las atenciones en urgencias urgencias han aumentado un 50%, y los ingresos en medicina interna un 30%. Por eso no le quitaría importancia, porque puede poner en un brete al sistema y porque sigue habiendo pacientes vulnerables que se ponen muy enfermos".
La Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES) ha alertado de que los servicios de Urgencias de toda España están "saturados", ya que la séptima ola de contagios de coronavirus ha producido de un aumento de la demanda asistencial que ha provocado que en algunas comunidades el incremento de la carga ronde el 30%.
No obstante, el incremento también responde a la ola de calor de los últimos días y con los casos atípicos de infecciones respiratorias en estos meses del año. "Todo, en un escenario dinamitado por la escasez de médicos y el reajuste de recursos debido a las próximas vacaciones estivales", han dicho desde la organización, para advertir de que "cualquier aumento es crítico ya que las Urgencias llevan tensionadas demasiado tiempo".
En Madrid los problemas de salud de gente mayor y las neumonías bilaterales graves están aumentando en un 20% la carga asistencial. En Castilla-La Mancha tanto la Atención Primaria como las Urgencias se encuentran "colapsadas", según SEMES. En Asturias algunos hospitales como el Hospital Universitario Central de Asturias han alcanzado su récord histórico la pasada semana con 453 consultas en un día; en Baleares los SUH están saturados por el incremento del 30 por ciento de urgencias totales y por la menor disponibilidad de camas de ingreso por el aumento de la actividad programada; en Cantabria es "terrible" el "atasco" que hay en Urgencias; y en Galicia se están batiendo récords con un aumento porcentual del 20 por ciento Del mismo modo, en Navarra el incremento supera el 15 por ciento; en Andalucía el 25 por ciento; La Rioja o Aragón están siendo testigos de un aumento de entre el 20 y el 30 por ciento por ciento; y en localizaciones como la Comunidad Valenciana, el incremento ha llegado hasta el 30 por ciento en algunos SUH, sobre todo en los hospitales de la costa. En Murcia, Extremadura y Cataluña la situación es similar.