Samuel Luiz, un joven de origen brasileño y vecino de la localidad de Meicende, fue asesinado hace casi un año en A Coruña. Un grupo de chicos le pegó una paliza a la salida de una discoteca y falleció a causa de las lesiones. Era el 3 de julio de 2021 y, desde entonces, la Policía Nacional sigue buscando pistas en los móviles de los implicados, ya que borraron mensajes de sus redes sociales que podrían resultar clave en la investigación.
Todo ocurrió en la avenida de Buenos Aires de A Coruña. El joven estaba haciendo una videollamada con una amiga suya, cuando un grupo de jóvenes comenzó a increparle con actitud agresiva al pensar que los estaba grabando. Samuel no pudo ni mediar la palabra, los chicos comenzaron a pegarle, aunque un hombre que había por la zona consiguió detener la primera agresión.
Sin embargo, el grupo de jóvenes insistió y regresaron, acompañados de más individuos, para continuar la agresión, que duró seis minutos. Le dieron puñetazos, patadas y le golpearon con botellas de vidrio. Todo mientras le lanzaban insultos homófobos. Samuel intentó huir de los agresores, pero estos le atraparon y le pegaron hasta terminar con su vida. Los hechos despertaron gran consternación en Galicia y en toda España.
Las autoridades comenzaron las investigaciones y detuvieron al poco tiempo a los presuntos autores de los hechos, un total de siete personas: seis chicos y una chica, dos de ellos menores de edad que han aceptado una condena de internamiento por asesinato de tres años y medio. En cuanto al resto, tres de los arrestados están en prisión provisional y otros dos en libertad con cargos, según los reportes.
Los investigadores detectaron que los implicados habrían borrado conversaciones entre ellos que podrían resultar clave. Por ello, enviaron una solicitud a Estados Unidos para acceder a los mensajes de las redes sociales de los presuntos asesinos. En un primer momento, fue denegada, pero ahora la han aceptado. La Administración norteamericana ha dado paso a las autoridades españolas para acceder a los servicios de Meta, que les darán acceso a los mensajes de WhatsApp, Facebook e Instagram que fueron borrados después del asesinato de Samuel.
Los efectivos de la Policía Nacional que llevan el caso creen que es muy probable que los mensajes que eliminaron los presuntos asesinos demuestren que idearon una coartada falsa. Asimismo, se comprobaría de qué manera hablaban de la víctima y si mostraban desprecio hacia él por ser homosexual. Esto determinaría la aplicación del agravante de delito de odio. Se esperan novedades próximamente.