Fondos marinos limpios: es el objetivo de un grupo de buzos que peinan la costa de Granada en busca de basura. Y la encuentran.
Llevan sus bolsas repletas de latas y de plásticos y siguen recogiendo más residuos. Dos horas de inmersión y más de 40 kilos de basura.
La idea, según explican, es implicar también a niños para que se pueda dar "esa concienciación". "Es la primera vez que participo y he visto más de lo que me hubiera gustado", asegura uno de los buzos.
Una vez recogidos, los residuos se separan y clasifican. Tras ello, los pesan y los registran. "Todos los años realizamos diferentes limpiezas, con la idea de llevar un escrutinio y una valoración estadística", indican.
Controlan, de esta forma, nuestro impacto sobre la vida marina.