Adiós al tabú: las mujeres también acuden a Proyecto Hombre
La edad media de mujeres que acuden a los centros de Proyecto Hombre es de 41 años
La cocaína ha alcanzado el 30% de referencia en los ingresos de mujeres en Proyecto Hombre
Las mujeres padecen más problemas de salud crónicos que interfieren en mayor medida (38,6%) que los hombres (31,0%) en su día a día
La Asociación Proyecto Hombre ha presentado el Informe 2021 del Observatorio Proyecto Hombre sobre el perfil de las personas con problemas de adicción en CaixaForum. Desde 2012 la evolución de las mujeres atendidas ha ido incrementándose levemente. En 2020, el porcentaje era de 16,5%, mientras que en el 2021 las mujeres atendidas gracias a este programa fue del 18,1%. Sigue siendo este un dato mucho menor que el de varones (81,9%).
“Para nosotros este dato es importante. No significa que haya aumentado el consumo, sino que más mujeres acceden a tratamiento y esto es un avance porque ellas tardan más en pedir ayuda, de media 2 años más que los hombres”, explica Jesús Mullor, director del Observatorio de Proyecto Hombre.
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“En general, las mujeres presentan un menor apoyo socio familiar y, por lo tanto, una mayor vulnerabilidad. Un 12% viven con sus hijos, frente al 1,3% de los hombres. Las responsabilidades familiares, así como una mayor carga económica y asistencial y el temor a la estigmatización social son algunas de las causas que provocan que las mujeres soliciten ayuda más tarde que los hombres”, añade.
El perfil de las mujeres que acuden a Proyecto Hombre
De acuerdo con el Informe 2021 del Observatorio Proyecto Hombre sobre el perfil de las personas con adicción en tratamiento, la edad media de las mujeres que acuden a los centros es de 41,8 años, casi 3 años superior a la del hombre (38,9).
Con respecto a la sustancia, en el caso de las mujeres adquiere mayor protagonismo el consumo problemático de alcohol (46,2%), que el de cocaína (31,1%) a diferencia de en los hombres, que la cocaína ocupa el primer lugar (37,9%) y en segundo lugar el alcohol (33,9%). Sin embargo y por primera vez, la cocaína ha alcanzado el 30% de referencia en los ingresos de mujeres.
A pesar de su relativamente baja incidencia sobre el conjunto cabe destacar el hecho de que el porcentaje correspondiente a benzodiacepinas y otros sedantes siga siendo comparativamente superior entre las mujeres (1,6%) frente a los hombres (0,3%).
Las mujeres se inician en el consumo del alcohol en grandes cantidades 5 años más tarde que los hombres, en torno a los 26 años.
A nivel educativo, en el caso de las mujeres que recurren a ayuda, el 39,3% suele tener estudios secundarios, un porcentaje similar al de los hombres (40,5%), si bien hay más mujeres con estudios universitarios (17,6% frente al 8,2% de hombres).
Por otra parte, ellas padecen más problemas de salud crónicos que interfieren en mayor medida (38,6%) que los hombres (31,0%) en su día a día. Existe una mayor incidencia entre las mujeres de sufrir problemas emocionales y psicológicos, depresión severa, e intentos de suicidio.
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¿Cómo aplica Proyecto Hombre la perspectiva de género?
Proyecto Hombre aborda la perspectiva de género de manera transversal en todos sus recursos, desde la prevención y el tratamiento basado en el modelo biopsicosocial.
“La perspectiva de género debe seguir potenciándose como un eje indispensable en la intervención diaria como en el desarrollo, actualización y creación de centros, programas y dispositivos. Las mujeres con problemas de adicción presentan unos factores que dificultan desde el acceso a la primera atención”, apunta Elena Presencio, directora general de la Asociación Proyecto Hombre. Desde la organización y a través de sus 28 centros se desarrollan programas tanto dedicados a mujeres como con perspectiva de género dirigidos a hombres.
“Es esencial transmitir que la cuestión de género no es una cuestión exclusiva de la mujer, incluye al hombre que ha de participar para cambiar los estereotipos, expectativas y comportamientos y así construir juntos un nuevo modelo social más igualitario”, añade Mullor.
Para Proyecto Hombre es urgente tomar medidas desde la perspectiva de género que permitan promover y reducir la brecha de acceso a los tratamientos para las mujeres promoviendo su acceso a la asistencia terapéutica.
Para ello será necesario poner en marcha campañas de sensibilización y programas de prevención, evaluación y apoyo específicos como son los programas que contemplan que muchas mujeres cuentan con hijos a su cargo o son gestantes, programas para aquellas que han sufrido violencia de género o concebidos para reducir los factores de desigualdad, incomprensión y estigmatización de las mujeres.