El incendio forestal de la Sierra de la Culebra, en la provincia de Zamora, ha continuado este sábado su avance hacia el norte, ha quemado ya más de 20.000 hectáreas de pinares, monte bajo y matorral y ha obligado a cortar tanto la carretera Nacional 631 como la línea de AVE Madrid-Galicia. Dicho tráfico de trenes ha quedado suspendido para toda la jornada.
Mientras en el flanco suroeste el incendio está acotado y se ha permitido ya el regreso a los vecinos de siete poblaciones, en el frente norte el fuego ha traspasado la N-631 y ha hecho necesarios nuevos desalojos de poblaciones, con una docena de localidades en las que sus vecinos estaban evacuados este sábado por la tarde.
Hasta el momento, los núcleos de población que han tenido que ser desalojados en algún momento por la cercanía de las llamas y el riesgo que suponía el humo rondan la veintena y suman un total de 2.272 vecinos, incluidos los que este sábado han podido regresar a sus casas.
Los trabajos para hacer frente al incendio, que continúa activo y en nivel dos en una escala ascendente de peligrosidad que va de cero a tres, se han centrado esta jornada en el flanco norte de un fuego que abarca ya un perímetro que supera los 67 kilómetros.
En ese frente han actuado esta jornada la mayor parte de los medios de extinción, entre los que figuran veinticuatro aeronaves y medio millar de profesionales de Castilla y León, Galicia, Castilla-La Mancha, Extremadura, Madrid y Cantabria, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) y la Unidad Militar de Emergencias (UME).
Esta situación del incendio ha obligado a dejar parados dos trenes de la línea de AVE Madrid-Galicia, uno de cada sentido, uno en la estación de Sanabria y otro en el puesto de adelantamiento y estacionamiento de trenes de Tábara. El servicio ha quedado suspendido para todo este sábado.
Tanto los viajeros de esos convoyes como del resto de trenes en ambos sentidos se han trasladado en autobuses entre las estaciones de Sanabria y Zamora, para continuar desde allí el trayecto en tren, según han informado a EFE fuentes de la compañía ferroviaria. No obstante, la Guardia Civil ha desaconsejado cualquier trasbordo por carretera.
Entre las localidades desalojadas en las últimas horas figura Otero de Bodas, de la que es concejal Adrián Quirogas, quien ha indicado que dos ganaderos de caprino se han quedado en el pueblo junto a sus explotaciones por miedo a que puedan resultar afectadas.
Ha detallado que, en su municipio, la UME hacía cortafuegos cuando las llamas estaban a 500 metros del casco urbano para perimetrar la zona y una gasolinera que se encuentra a las afueras del pueblo.
Los evacuados, en su mayoría personas mayores, han sido atendidos en pabellones deportivos de Alcañices, Camarzana de Tera y Benavente, donde 35 voluntarios de Cruz Roja de Zamora, León, Salamanca y Valladolid les ha atendido y les ha ofrecido ayuda psicológica.
El equipo psicológico del operativo de Cruz Roja de respuesta inmediata ante emergencias ha tratado de "tranquilizar a la población que podamos detectar que está un poco más nerviosa por la situación", ha explicado el técnico en Socorros y Emergencias de Cruz Roja Española en Castilla y León, Víctor Segura.
Algunas de las claves de este incendio, que durante dos jornadas seguidas ha carbonizado cerca de 10.000 hectáreas cada una de ellas, han estado en el fuerte viento cambiante, con rachas de hasta 70 kilómetros hora, la ola de calor y falta de humedad y fenómenos como el de los denominados rayos latentes, que incendian el árbol por dentro y exteriormente no aparece el fuego hasta horas o incluso dos días después.