Tras el fin de las restricciones de movilidad impuestas por la pandemia del coronavirus, la fiebre por viajar está provocando auténticos colapsos en puntos de llegada y salida de pasajeros internacionales, como es el caso del aeropuerto de Barajas.
En la zona de control de pasaportes, un trámite imprescindible que tienen que cumplir los pasajeros que viajan fuera de la Unión Europea, se han podido ver interminables colas de pasajeros, que han tenido que esperar horas para poder presentar sus documentos y poder su coger su avión.
La misma imagen que se ha repetido en varios aeropuertos españoles en los últimos días. El problema, claro está, es que muchas compañías están detectando que, debido a las largas colas, sus pajeros están perdiendo los vuelos. Denuncian que faltan más policías en los controles de seguridad.
Desde el Gobierno, aunque insiste en que se trata de una situación puntual, ya se han puesto manos a la obra. El ministerio de Interior han anunciado que va a reforzar con 500 agentes la zona de control de pasaportes de los doce aeropuertos con mas tránsito del país, entre ellos, el de Barajas, en Madrid, El Prat de Barcelona o el de Alicante. De esa manera pretende evitar, y más ahora que comienza la temporada turística, que se vuelva a repetir situaciones como las vividas en los últimos días, donde los pasajeros han tenido que hacer colas de más de una hora de duración, para su desesperación. Muchos de ellos, sobre todo, británicos, que ahora deben pasar por este trámite.
Colas interminables. Horas de espera. Viajeros indignados. Desde hace días, esta es la situación en muchos aeropuertos españoles. Todo por los atascos en los controles de fronteras y pasaportes, lo que se traduce Eso traduce en retrasos o incluso pérdidas de vuelos.
Afecta sobre todo a viajeros internacionales. Y en especial a los británicos, quienes ahora también están obligados a pasar por estos controles. Según Iberia, unos 15.000 viajeros han perdido su conexión desde el 1 de marzo por las aglomeraciones, solo en Barajas.