El milagro del bebé Noa: "Pensamos que estaba muerto, pero por suerte estaba caliente"
José Enrique Pérez y Luis María Rocamora son camioneros y también desde ahora ángeles de la guarda. Su insistencia permitió a los agentes -que tampoco se conformaron con las primeras impresiones- dar con el paradero de Noa, un bebé que les debe la vida. Fue encontrado tapado con mantas y a pleno sol junto a una vivienda en ruinas en el polígono industrial de La Granadina, en San Isidro (Alicante). Presentaba síntomas de deshidratación. La historia de este pequeño podría haber sido totalmente distinta, de no ser por ellos. Luis María fue el primero que vio a una mujer en una carretera de la localidad alicantina de San Isidro, con las piernas manchadas de sangre y un hatillo de mantas en brazos. Todo se complicó, sin embargo.
Pensamos en un primer momento que el bebé estaba fallecido.
Al principio la mujer negaba que hubiera tenido un niño, pero estos hombres estaban convencidos de que sí. La mujer, de hecho, se marchó rápidamente para llamar al 112. Los dos agentes de la Guardia Civil alertados encontraron a la mujer con otra vestimenta. No había ni rastro ni de sangre en su ropa ni del bebé. Algo no cuadraba. "Emergencias nos dijo que no parecía que hubiera dado a luz". Los agentes no cejaron en su empeño. Aun así, siguieron con las batidas, hasta que encontraron unas mantas tiradas en un descampado. Debajo, estaba el bebé, todavía con el cordón umbilical. No lo sabe aún, pero su nombre Noa, se lo han puesto los enfermeros en la UCI pediátrica del hospital Vega Baja donde todavía permanece. Y su vida tuvo cuatro ángeles de la guarda. Dos agentes y dos camioneros. "Pensamos en un primer momento que el bebé estaba fallecido. No se movía estaba dando el sol, imagínese, pero por suerte tocamos al niño y estaba caliente". Noa ya está a salvo en la unidad de neonatos. Mientras, su madre, que sigue afirmando que esa niña no es suya ha ingresado en prisión provisional. Y Luis, en declaraciones a El Español, no descarta quedarse con ella. No es fácil, pero tampoco lo fue encontrar su pequeño cuerpo y salvar su vida.