Unos 1.600 niños, entre ellos Valeria, han muerto en rutas migratorias de todo el mundo desde 2014
El Mediterráneo es la zona más mortífera para los menores, con 678 víctimas mortales
La OIM destaca que muchos de los cuerpos "nunca aparecen"
Más de 32.000 migrantes y refugiados han muerto o desaparecido en rutas migratorias de todo el mundo entre 2014 y 2018, según un informe de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) que eleva a casi 1.600 la cifra aproximada de niños fallecidos, el más joven de ellos de apenas 40 días de vida. El caso más reciente de esta tragedia social es el vivido por Oscar, un padre salvadoreño, y Valeria, su hija de tan sólo 23 meses.
El Proyecto de Migrantes Desaparecidos de la OIM analiza desde 2014 los datos de víctimas en las principales rutas migratorias del planeta, aunque la propia organización admite las dificultades de realizar una evaluación precisa. Así, sospechan que la cifra oficial podría ser "mucho menor" a la real, habida cuenta de que "muchos cuerpos nunca aparecen o no son identificados".
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La OIM ha puesto el foco en esta ocasión en los niños, a los que sitúa como protagonistas de un informe que admiten impreciso, ya que en el caso de los menores se suma no solo la dificultad de confirmar su fallecimiento, sino también la ausencia de estadísticas precisas en materia de edad. Aun así, estiman que 1.593 han muerto entre 2014 y 2018.
El Mediterráneo ha sido la región mas mortífera para los menores, con 678 víctimas mortales durante estos años, lo que sitúa a esta zona por delante del sudeste asiático (363 niños fallecidos), el África subsahariana (149) y al norte de África (144).
La tumba del Mediterráneo
La OIM estima que, desde 2014, más de 17.900 personas han fallecido en el Mediterráneo, de las cuales habría "casi 12.000" cadáveres sin recuperar. Sin embargo, también ha admitido que en esta zona hay un cambio de tendencia generalizado, al margen de repuntes como en el caso de España.
De esta forma, la organización internacional ha atribuido el descenso global en el número de migrantes fallecidos o desaparecidos entre 2017 y 2018 (ha pasado de 6.279 a 4.734) a la menor afluencia migratoria en la zona mediterránea central, la que conecta Libia con el sur de Italia.
El número de migrantes que han intentado llegar a las costas italianas ha pasado en un año de 144.301 a 45.648, según la OIM, que ha alertado no obstante del aumento en la tasa de mortalidad en esta zona. Si en 2017 perdieron la vida el 2% de quienes utilizaron esta ruta, en 2018 "incluso la cifra más conservadora" sitúa la proporción en el entorno del 3%.
Ruta hacia Estados Unidos
Uno de los focos que más atención ha atraido en los últimos meses es la ruta migratoria de Centroamérica a Estados Unidos, donde la OIM detecta una tendencia al alza en cuanto a uso y peligrosidad. Los fallecimientos en la frontera entre México y Estados Unidos han crecido todos los años y acumulan en el último lustro 1.907 víctimas.
La mayoría de las muertes de migrantes centroamericanos se producen en México, con 576, asegura la organización en su informe.
En Asia, la OIM ha puesto el foco en la creciente mortalidad en la ruta que conecta el cuerno de África con Yemen, aparentemente por el persistente conflicto militar de este último país. De las 53 muertes registradas en 2017 se ha pasado a las al menos 125 de 2018.
En el sudeste asiático, la cifra de fallecimientos entre 2014 y 2018 se acerca a los 2.200, entre ellos 1.723 rohingyas que han huido de la pobreza, la violencia y la persecución en el estado birmano de Rajine. Casi un millón de rohingyas están refugiados en Bangladesh, entre ellos más de 700.000 que llegaron tras la ola represiva de agosto de 2017.