La selección española abandonó su 'cuartel general' de Neustift, ciudad en la que ha trabajado con total tranquilidad en un paraje idílico entre montañas del Tirol, para pasar al calor asfixiante de una gran ciudad, como Viena, que les recibió con 30 grados de temperatura.
A primera hora de la mañana, la selección se ha despedido con melancolía del paraje donde todo lo planificado se ha cumplido a la perfección. 21 días después de su llegada, la selección se despidió de Neustift y voló rumbo a Viena, ciudad en la que derrotó a Italia en los cuartos de final. Aterrizó alrededor de las 13.00 horas y se dirigió con rapidez a un nuevo hotel de concentración.
Rusia se adelantó
Pese a que hace unos días estuvo en un hotel de lujo pegado al Danubio, la rapidez del rival en semifinales, Rusia, para reservarlo, ha provocado que España haya cambiado de planes y se ha alojado en el Hilton. Allí han sido recibidos con las camisetas de la selección española.
Tras la comida y la hora de siesta, Luis Aragonés ultimará los detalles del partido de semifinales, con un entrenamiento en el escenario del duelo, el Ernst Happel. En principio, el seleccionador tiene en mente repetir su equipo titular ante Rusia. AC