El hallazgo de varios casos de contagios en humanos por el virus de la viruela del mono en Europa, entre ellos España, y Estados Unidos y Canadá ha disparado las alarmas entre una población todavía muy sensible por la actual pandemia de coronavirus. Pero los virólogos no creen que se trate de un problema grave de salud pública y recuerdan que el actual grado de alerta sanitaria y seguimiento de las enfermedades ha posibilitado la rápida detección de los contagios, todos con síntomas muy claros.
Por el momento, las cifras de afectados son bajas. Según el último informe del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) hasta este miércoles, se han confirmado 5 casos en Portugal y otros 20 más considerados sospechosos, mientras que el Reino Unido ha notificado siete casos.
A última hora de este jueves se conocía que nuevos casos de contagios del virus de la viruela del mono han sido detectados en Italia y Suecia con un caso en cada país.
La agencia de noticias italiana ANSA ha informado de que el hombre infectado había regresado de un viaje a las Islas Canarias y estaba aislado en un hospital de Roma.
En España, los casos detectados lo han sido especialmente en la Comunidad de Madrid dónde las autoridades sanitarias locales han informado de siete positivos de viruela del mono y otros 24 sospechosos pendientes de la prueba que constate esta enfermedad.
Por su parte, la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias ha notificado este jueves un caso de sospecha de viruela del mono en la isla de Gran Canaria.
Según ha informado el departamento regional, se trata de un paciente que está siendo atendido en el Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín, sin que haya requerido ingreso hospitalario y que se encuentra en estudio en coordinación con el Centro Nacional de Microbiología, que confirmará o descartará el caso en cuestión.
En el caso de Estados Unidos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recogido un informe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) que daban a conocer que una persona estadounidense había sido infectada. Y en Canadá hay una docena de casos en estudio.
Agustín Valenzuela, doctor en Bioquímica y Biología Molecular en la Universidad de La Laguna (Santa Cruz de Tenerife), recuerda que estamos hablando de un virus hallado en 1958, cuando los científicos que estudiaban brotes de viruela en humanos en África descubrieron contagios en dos colonias de monos. Al principio pensaron que se trataba de la misma enfermedad, pero los análisis sorprendieron con el hallazgo de un virus diferente.
José Antonio López Guerrero, profesor y virólogo de la Universidad Autónoma de Madrid y autor del libro 'Virus: ni vivos ni muertos' recuerda que los casos de viruela del mono en humanos no son nuevos, "los virus zoonóticos evolucionan y pasan de animales a humanos. El virus de la viruela del mono ya se había transmitido en el pasado, sobre todo en África en personas que han estado en contacto estrecho con monos y otros animales exóticos".
De hecho, el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero mostraba este jueves su sorpresa por el hecho de que los nuevos contagios hayan surgido en una amplia distribución geográfica cuando estaba "prácticamente erradicada", después de darse algunos casos en los años 70 y un brote en 2003.
López Guerrero cree que detrás de este resurgimiento de la enfermedad está el aumento de "análisis más pormenorizados" parte de los sistemas públicos de Salud y porque ahora "acudimos más al médico con cualquier sintomatología extraña lo que favorece que se estén detectando otras patologías que, en otras circunstancias, pasarían más desapercibidas como la hepatitis aguda en menores o este virus de la viruela del mono".
Para este experto virólogo es necesario recordar que "el riesgo cero no existe" aunque aclara que aunque esté virus haya podido mutar, hay pocas posibilidades de que lo haya hecho ya que "no es un coronavirus, sino un virus grande, con un ADN más complicado que muta menos".
Esta circunstancia apuntaría a una ventaja frente a otros patógenos y es que "seguramente, las personas mayores de 50 o 60 años que en su momento fueron vacunadas contra el virus causante de viruela de vaca quedaron protegidos de la viruela humana y seguirán estándolo total o parcialmente · "Por eso, --añade-- no estamos ni de lejos en un escenario parecido al coronavirus. Aunque hay estar expectantes a ver qué más casos se van dando y qué trazabilidad se está descubriendo".
Se trata de una postura compartida entre otros expertos como Armando Arias, virólogo de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) quien ha pedido a la población "mantener la calma" ante los casos de viruela del mono y ha indicado que se trata de "un virus que no es de fácil transmisión entre humanos".
Arias ha reconocido que, tras la covid, "estamos muy susceptibles ante cualquier caso nuevo de virus", pero ha incidido en que "los virus transmitidos a través de animales que se han propagado en humanos se han dado durante muchos años", pero "no siempre van a dar lugar a una gran pandemia con millones de muertos".
En este sentido, el Grupo de Infecciones en Urgencias de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias ha señalado la poca probabilidad que exista de que haya un número elevado de personas con la viruela del mono ya que "la trasmisión entre humanos es escasa y requiere de un contacto estrecho, por lo que no se espera un número muy elevado de pacientes".
El virólogo del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC), Mariano Esteban, ha abogado este jueves por vacunar a los contactos estrechos de las personas contagiadas por el virus de la viruela del mono antes de que desarrollen síntomas como método más rápido para controlar la transmisión.
Así es como lo establece la OMS, de cuyo Comité Asesor sobre Viruela forma parte, y lo que ha aconsejado hoy mismo el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC), que en un comunicado ha planteado que "si hay vacunas contra la viruela disponibles en el país, la vacunación de contactos estrechos de alto riesgo debería ser considerada después de un estudio de beneficio de riesgos".
Las autoridades sanitarias están teniendo mucho cuidado en la forma en la que dan a conocer esta nueva alerta sanitaria. Muestra de ello es que, aunque no lo ocultan, no se magnifica el hecho de que la mayoría de los casos notificados hasta ahora corresponden a hombres que han tenido contacto sexual con otros hombres.
López Guerrero pide prudencia sobre este punto y alerta sobre el peligro de criminalizar a un grupo de población como ya pasó hace décadas con el VIH.
Guerrero recuerda que no estamos hablado de una ETS (Enfermedad de Transmisión Sexual) ya que la vía sexual no es la única que desencadena el contagio, "hay que tener cuidado con esta cuestión, --apunta-- ya que los contactos estrechos y de riesgo no son la única vía de entrada del virus en nuestro cuerpo "también puede transmitirse por saliva o a través del contacto de las pústulas de las personas con sintomatología, personas que hayan viajado a África y hayan entrado en contacto con animales infectados".
Aunque por el momento la OMS desconoce el alcance de la transmisión comunitaria, recuerda que "dada la frecuencia inusualmente alta de transmisión de persona a persona observada en este evento, y la transmisión comunitaria probable sin antecedentes de viajes a áreas endémicas, la probabilidad de una mayor propagación del virus a través del contacto cercano, por ejemplo, durante las actividades sexuales, se considera alto. La probabilidad de transmisión entre individuos sin contacto cercano se considera baja".