El veto a la mascarilla de tela se extiende a centros sanitarios de toda España
El uso de las mascarillas de tela se veta también en hospitales de Galicia, Salamanca o Valencia
No se puede multar a quien las usa porque cumplen el nivel normativo pero no están homologadas
Vetar el uso de mascarillas de tela en los hospitales se extiende. Es el caso del Servicio Vasco de Salud, que las ha prohibido en centros de Guipúzcoa y Vizcaya, al mismo tiempo que ha comenzado a repartir mascarillas quirúrgicas a la entrada de los mismos. Una decisión que también se ha tomado en hospitales de Galicia, Salamanca o Valencia. La realidad es que muchas veces no cuentan con ningún tipo de homologación, a pesar de cumplir a nivel normativo, lo que garantiza que en ningún caso se puede multar a quienes las utilizan. Sin embargo, los hospitales y centros sanitarios son lugares especialmente vulnerables, aún más en tiempos de pandemia, y esta es la principal razón que ha empujado a tomar esta decisión en cada vez más lugares de España.
Son los hospitales los más empeñados en que nadie entre en ellos con mascarillas cuya efectividad no esté demostrada. Durante la primera ola de la pandemia, en los hospitales y centros de salud se sufrió como en pocos sitios. Vieron cómo miles de sus trabajadores enfermaban o se veían obligados a permanecer aislados. Por eso, esta medida se dirige principalmente a proteger al sistema sanitario y a sus pacientes.
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La seguridad de las mascarillas depende fundamentalmente de tres factores: el material con el que están fabricadas, el filtro utilizado y el mantenimiento y tiempo de uso que se haga de ella. Para que una mascarilla se considere higiénica y no genere ningún tipo de sospecha, ha de estar fabricada con un material homologado y tiene que ofrecer una capacidad de filtrado alta, cumpliendo con una serie de requisitos de fabricación y calidad.
Estos requisitos están recogidos en la Especificación UNE 0065, que establece las características mínimas que deben cumplir las mascarillas higiénicas reutilizables para niños y adultos, en cuanto a los materiales que se utilizan para su elaboración, confección, marcado y uso. Las etiquetas de las mascarillas deben indicar que cumplen la norma, pero también especificar el número de lavados y cómo llevarlos a cabo, ya que las pautas cambian según el fabricante. Por regla general, se deben lavar en la lavadora con una temperatura mínima de 60 grados centígrados. El Ministerio de Sanidad recomienda el uso de mascarillas higiénicas para personas sanas, quirúrgicas para pacientes de COVID-19 y población de riesgo y FFP para sanitarios.