Hoy investigamos una de las leyendas de la naturaleza, esa que ha consolado durante años a quienes más sufren las picaduras de los mosquitos y que relaciona la debilidad de estos insectos con la sangre dulce. Pero descubrimos que la realidad es mucho menos romántica y aunque tiene que ver con la sangre, también influyen otros factores como la respiración, el calor corporal e incluso tu amor por la cerveza. Te contamos a continuación qué está haciendo que te coman los mosquitos cada verano.
Realmente existen diversas causas para que los mosquitos prefieran picar a unas personas antes que a otras, pero ninguna tiene que ver con el sabor de la sangre aunque sí con el grupo sanguíneo. Un estudio publicado en 2004 en el Journal of Medical Entomology, concluía que las personas con sangre del grupo 0 son las más apetecibles para estos insectos. Este experimento se realizó para la tipología de mosquito tigre (Aedes albopictus), pero no se ha demostrado que este comportamiento sea aplicable a todas las especies.
El dióxido de carbono que se exhala al respirar es otro imán para los mosquitos. Aunque todo el mundo respira, incluso quienes se libran de las picaduras, lo cierto es que no todas las personas exhalan la misma cantidad de dióxido de carbono. Las personas con el ritmo metabólico más acelerado, las más grandes y las mujeres en la última etapa del embarazo desprenden mayor cantidad y se hacen más atractivas para estos insectos.
Otro de los factores que influye a la hora de convertirte en blanco de las picaduras es la temperatura corporal y no todo el mundo tiene la misma. A más temperatura, más atraídos se sienten. En cuanto al olor, está demostrado que hay tres componentes del sudor que atraen a los mosquitos como un imán, entre ellos el ácido láctico, el ácido úrico y el amoníaco. Se genera ácido láctico cuando se practica ejercicio, pero existen sustancias, como el ácido úrico, que vienen dadas por genética e incluso otras que dependen de la alimentación
Otro de los factores que pueden atraer o repeler a los mosquitos es el número de bacterias que habitan en la piel. A mayor diversidad de bacterias, mayor atracción se ejerce sobre ellos, mientras que un número menor de bacterias convierte a la persona en menos atractiva para los mosquitos. Esta relación se justifica porque las comunidades microbianas de la piel desempeñan un papel fundamental en la producción de olor del cuerpo humano.
Finalmente, una mala noticia: esa cervecita que tan apetecible te parece en verano parece ser igual de atractiva para los mosquitos. Diversos estudios establecen esta teoría estableciendo que el alcohol eleva la temperatura corporal y aumenta la proporción de etanol en el sudor, aunque también podría deberse a que incrementa la emisión de otras sustancias con la ingesta de cerveza.
Por tanto, hay muchos factores que convierten a una persona en blanco de las picaduras de los mosquitos y aunque son difícilmente controlables, una buena higiene, cubrir la piel con ropa y con repelentes son las únicas armas para luchar contra estos diminutos pero molestos insectos.