El verano es una época crítica para las personas que tienen varices ya que el calor provoca que los vasos sanguíneos se dilaten y esto hace que los síntomas de pesadez o de dolor de piernas sean mayores. En verano también es posible que se abandonen los tratamientos como las medias de comprensión, por la incomodidad que suponen ante las altas temperaturas.
Las varices son un signo clínico, algo que podemos ver, de una enfermedad llamada 'insuficiencia venosa crónica'; una patología que afecta al retorno venoso de la sangre de las piernas. Cuando tenemos problemas de retorno, las piernas se nos hinchan e inflaman dando lugar al cansancio, la pesadez, el calor, o incluso los calambres. Si el problema continua podemos incluso tener cambios de coloración de la piel, que se puede poner oscura en la zona del tobillo e incluso tener ulceras de difícil cicatrización. Algunas pautas que podemos seguir para evitar que empeoren las varices y arañas vasculares durante el verano son las siguientes:
- La sangre que llega a las piernas por nuestras arterias es impulsada por el corazón, y tiene que volver en sentido contrario al mismo. Esto es más complicado cuando se está de pie sin moverse. No es adecuado pasar más de una hora sin cambiar de posición. Es más fácil que la sangre 'caiga' hacia el corazón con las piernas ligeramente levantadas. Por ello se recomienda descansar con las piernas elevadas por encima del corazón.
- Puede ser útil a la hora de reducir el dolor o el malestar de piernas el ejercicio, ya que al caminar presionamos la planta del pie, y los músculos de la pantorrilla, y esto hace que empujemos nuestra sangre hacia el corazón, sin que caiga de nuevo, gracias a unas válvulas o compuertas que hay dentro de nuestras venas. Los ejercicios que más favorecen la circulación de retorno son la natación y el caminar.
- Si tenemos varices, usar siempre que estemos de pie o sentados las medias de compresión terapéutica.
- Evitar el estreñimiento con hidratación abundante y una dieta adecuada.
Durante los meses de confinamiento a causa de la pandemia de covid-19 han aumentado las varices y los tromboembolismos venosos, según ha afirmado el jefe de servicio de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital Quirónsalud Córdoba, Manuel Sánchez Maestre, que ha explicado que el impacto del sedentarismo en el organismo ha incrementado los problemas venosos.
Según ha indicado la institución sanitaria en una nota, Sánchez Maestre ha señalado que estas complicaciones de la salud venosa suelen aparecer como consecuencia de la inactividad física y "estamos notando un aumento importante en las consultas, bien por agravamiento de patología venosa previa o por la demora en el diagnóstico por haber retrasado acudir al hospital".
El especialista ha recomendado caminar para atenuar los síntomas de las varices y de la insuficiencia venosa crónica (IVC) "siempre siguiendo las medidas de prevención, usando la mascarilla, manteniendo la distancia social y realizando la higiene de manos". Caminar es "la mejor actividad física que se puede realizar para ayudar a las válvulas venosas a retornar la sangre al corazón, ya que con cada paso activamos la bomba plantar y gemelar que contribuye a bombear la sangre hacia arriba", ha subrayado.
Practicar natación también es aconsejable, ya que se ejercitan grupos musculares de todo el cuerpo y al estar en posición horizontal se favorece el retorno sanguíneo hacia el corazón; mantener un estilo de vida y alimentación saludables, hidratarse, aumentar el consumo de fibra y limitar el de grasas. Los masajes ascendentes en las piernas son muy efectivos, se pueden combinar con geles fríos o en su defecto con cremas hidratantes conservadas en la nevera.
El doctor ha recordado que "las varices pueden ser tratadas también en los meses de verano, ya que existen técnicas novedosas que no precisan vendaje, ni uso posterior de medias y que pueden realizarse en verano con total fiabilidad, como el sistema de pegamento, que consiste en un sellado de la vena que no produce reacción inflamatoria posterior".