Oxford retoma sus ensayos y Pfizer acaba de pedir a la autoridades estadounidenses ampliar los suyos de 30.000 a 44.000 participantes. Quieren incluir a voluntarios menores de 16 años y con VIH o hepatitis. Si el estudio tiene éxito, podrían presentar la vacuna contra el coronavirus para su aprobación a partir de octubre. Si se compara con otros virus mortales, las perspectivas de encontrarla son optimistas.
"La ventaja es que los coronavirus mutan diez veces menos que el virus de la gripe o cien veces menos que el VIH", afirma la viróloga Margarita del Val.
Aunque también puede haber inconvenientes. "En un porcentaje pequeño de casos en animales vacunados han exarcerbado la infección", explica Del Val.
También a contrarreloj se buscan nuevos tratamientos. Además del antiviral Remdesivir, eficaz en pacientes de mediana gravedad, se investigan nuevas herramientas. "Hay otros que van a impedir la entrada del virus en las células o que bloquean las proteínas que el virus secuestra para su propio uso", dice la viróloga.
En esta carrera imparable varias farmacéuticas se han comprometido a garantizar la seguridad y eficacia de todo lo que llegue al mercado, más allá de posibles presiones políticas.
Brasnil, uno de los países más afectados por la pandemia del nuevo coronavirus, retomará este lunes las pruebas de la vacuna contra la COVID-19 desarrollada por el laboratorio anglo-sueco AstraZeneca y la universidad británica de Oxford, según comunicó el regulador sanitario brasileño.
"Después de evaluar los datos del evento adverso, su causalidad y el conjunto de datos de seguridad generados en el estudio, concluimos que la relación beneficio-riesgo se mantiene favorable y, por eso, el estudio podrá ser retomado", comunicó la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) de Brasil.
El órgano regulador "continuará acompañando todos los eventos adversos observados durante el estudio y, en caso de que sea identificada cualquier situación grave con voluntarios brasileños, tomará las medidas pertinentes para garantizar la seguridad de los participantes".
El sábado, en Londres, AstraZeneca había anunciado la retomada de las pruebas clínicas que se desarrollan en el Reino Unido, Estados Unidos, Brasil y Sudáfrica, tras ser interrumpidos por la reacción adversa sufrida por un voluntario.
Esta vacuna es una de varias que se están desarrollando en todo el mundo a gran velocidad a fin de contener la pandemia del coronavirus, que ha causado ya más de 28 millones de contagios, superado los 900.000 muertos y está castigando las economías.