La llegada de una vacuna con opciones contra la covid19 como parece ser hasta ahora la de Pfizer y Biontench, a falta de más pruebas, plantea numerosas dudas a la población ¿Está ya disponible? ¿Quién la recibirá primero? ¿Puede tener efectos secundarios? ¿Estamos obligados a ponérnosla? ¿Seremos capaces de distribuirla teniendo en cuenta sus condiciones de temperatura y la logística necesaria?
Pfizer y Biontech han anunciado este lunes que su vacuna contra el coronavirus es eficaz en más del 90% tras el "éxito" del primer análisis intermedio de su ensayo de fase 3, pero los expertos piden prudencia. Así lo manifiesta Ángela Domínguez, coordinadora del Grupo de Trabajo de Vacunas de la Sociedad Española de Epidemiología, SEE, quien explica en Informativos Telecinco los detalles del anuncio.
"La información que se tiene ahora mismo, sobre la vacuna de Pfizer, es que las personas que se habían vacunado habían recibido dos dosis en un período corto de tiempo y no han contraído la infección. No obstante, hay que ver cuánto dura la protección. Tenemos que esperar más para saber si la inmunidad con la vacuna dura, por ejemplo, seis meses, y si tras este tiempo, los pacientes vuelven a estar en riesgo o no. No ha habido tiempo de observarlo".
"Cuando se dice que se tiene una eficacia del 90%, quiere decir que de 100 personas que han recibido las dos dosis, en 90 se ha evitado un nuevo caso de infección y en las otras 10 no se ha evitado. Esto pasa en la mayoría de las vacunas. No todas las personas que la reciben están protegidas, hay algunas inefectivas. Con la antitetánica, por ejemplo, el 99% queda protegida, que sería un porcentaje mayor, pero no hay un fármaco que funcione al 100%. Hay que mirarlo por el lado positivo, la vacuna de Pfizer tiene un porcentaje muy elevado. Es una buena noticia, aunque haya que esperar. Podría ser que los voluntarios contrajeran más adelante la enfermedad. Todo está relacionado con la duración de la inmunidad proporcionada".
"Una vacuna no es agua destilada, contiene componentes para despertar la inmunidad y puede ser que produzca algo que se llama efectos adversos. Durante la fase tres se sigue la evolución para descartar los efectos adversos. Hinchazón, rojez en la piel… son algunos efectos adversos menores".
"Para transportar algunas vacunas es necesario asegurar que se mantienen unas condiciones establecidas para que los componentes activos de la vacuna se mantengan viables".
"Sí, dificulta mucho el proceso. En principio, claro, garantizar que se tenga una temperatura tan fría es muy complicado. Seguramente tendría que restringirse el uso de esta vacuna en filtros en los que se pueda asegurar. Desconozco si se podría habilitar también a otros centros en los que se pudiera garantizar esta baja temperatura. Habría que mirarlo".
"Vacunas de este tipo, que requieran esta temperatura tan baja, no se utilizan habitualmente. Por lo tanto, nuestro sistema de distribución de vacunas no sería apropiado, pero esto no quiere decir que no se puedan preparar algunos puntos en los que se habilitaran los medios, además de los hospitales".
"Por supuesto. Además, la cadena de frío dificulta también la utilización. Solamente en instalaciones en las que se garantice que las vacunas se conservan a esa temperatura hasta que se suministran, en países en vías de desarrollo, será muy complicado".
"Lo ideal sería vacunar a cuantas más personas mejor, pero esto es algo que se resuelve en función de lo posible, no de lo ideal. Con el número de dosis que haya, hay que ver cuántas personas se pueden vacunar, porque hay que priorizar su uso para los grupos más vulnerables frente a la covid19".
"Hay que ver si la vacuna puede prevenir diferentes cosas; puede prevenir que una persona se infecte; puede prevenir que una persona ingrese; y puede prevenir que una persona muera. Esto hay que mirarlo cuando se publiquen los resultados. Ahora mismo, la efectividad que han dado es frente a la infección, pero habrá que conocer la efectividad para prevenir los casos graves de enfermedad o si previene y elimina el estado de portador (asintomáticos), algo que todavía no sabemos. Toda esta información sirve para responder con mayor precisión a quién hay que vacunar con preferencia".
"Ahora mismo lo desconozco. Lo que interesa saber es cuántas vacunas hay disponibles. Cuántas dosis de vacunas puede haber. Lo que interesa son vacunas que protejan y que se puedan producir de forma sencilla. Este es un mundo donde la producción de vacunas es compleja. Tendremos diferentes vacunas, cada cual con sus características, y las combinaremos para proteger de la mejor manera a la población".
"La vacuna de Pfizer está en fase tres, pero todavía no ha acabado. Es un análisis preliminar. A veces, en la fase tres, que es la fase necesaria para llegar a autorizar la vacuna, se hace este análisis preliminar. Se observa qué resultados da la vacuna con lo que se tiene hasta el momento. Es lo que se ha hecho ahora. Hay otras vacunas que se encuentran en distintas fases de investigación".
"Por supuesto. A la vez que se están haciendo los estudios, a pesar de que la seguridad ya se ha mirado en la fase uno y dos, en la fase tres se sigue mirando la seguridad porque participan más sujetos. Si apareciera un problema de seguridad, que hasta el momento no ha aparecido, habría que investigar más al respecto y posponer la autorización de la vacuna".
"A partir de diversos elementos del virus, se han generado procesos distintos y tecnologías distintas para conseguir el efecto de que, administrando una dosis a una persona, primero a un animal, se consiga protección. Ahora mismo son mecanismos y vacunas de distinta naturaleza. No hay una única línea de investigación, hay distintas".
"Hasta mediados del 2021 veo difícil el tener una vacuna disponible".
"No se van a tener suficientes dosis de esta vacuna. Hay que priorizar, como decía. Priorizar al personal sanitario, al personal de residencias geriátricas y a las personas más vulnerables, de edad avanzada, que presentan enfermedades crónicas con mayor riesgo frente a la enfermedad".
"En España, las vacunas no son obligatorias. Siempre, lo que hemos defendido desde el punto de vista de salud pública es que lo mejor es informar y educar a la población para que vea los beneficios y se vacunen de manera voluntaria. En principio, habría que mirar esta opción de que no haya que recurrir a la obligatoriedad, pero tampoco se puede descartar en función de los beneficios que se vayan viendo de la vacunación y de los riesgos que supone el no recibir vacuna. Si tenemos vacunas buenas que evitan la enfermedad, la gravedad y la muerte, y tenemos suficientes, habrá que valorar hasta qué punto el mantener la libertad de vacunar o no puede respetarse. Si se produce un incremento de ingresos, casos graves y decesos, habría que valorarlo".
"Yo entiendo que los intereses que hay detrás de un tema con la importancia de la covid, que está ocasionando tanta muerte y alteración de la vida social, pasa por encima de la política. No creo que esté relacionado una cosa con la otra".