El Doctor Jordi Cano Ochando, científico titular del Instituto de Salud Carlos III, ha presentado en el I Congreso Nacional COVID19 los resultados de diversos estudios que evidencian la protección que la vacuna BCG (tuberculosis del bacilo de Calmette-Guérin) ofrece ante diversas infecciones respiratorias, activando el fenómeno denominado inmunidad entrenada (una memoria inmune innata que existe en nuestro organismo que se activa frente a ataques exteriores), y que podría tenerse en cuenta para su aplicación en el caso de la COVID-19.
La vacuna BCG, ya centenaria (usada desde 1921), es la que cuenta con un mayor número de observaciones y datos epidemiológicos. La hipótesis de la relación entre la vacunación con BCG y el riesgo de infección por el nuevo coronavirus podría haber surgido de la observación de que "los países sin vacunación sistemática con BCG están siendo más afectadas por la pandemia de COVID-19".
“Los resultados científicos de varios estudios abogan por la vacunación con BCG para salvar el periodo a corto plazo hasta que se desarrolle y apruebe la vacuna para el SARS-CoV-2. En algunos estudios poblacionales en diversos países europeos se ha demostrado una fuerte correlación entre el uso de la vacuna BCG y una reducción del 10% de la mortalidad”.
No obstante, “se necesitan ensayos clínicos para estudiar los efectos en la morbilidad y mortalidad debido a la infección por SARS-CoV-2, y cuando tengamos los resultados, podremos comprobar si proporciona una protección segura frente a la COVID-19”, añadió Cano Ochando, quien destacó que en la actualidad se están realizando 21 ensayos clínicos en todo el mundo con BCG para SARS-CoV-2. Además, destacó el proyecto de la vacuna MTBVAC, liderado por el español Carlos Martín y que se centra precisamente en la activación de la inmunidad entrenada.
Por el momento, no hay ninguna evidencia de que el uso de la vacuna BCG proteja de la infección COVID-19, por lo que su uso fuera de las indicaciones establecidas para la prevención de la tuberculosis, debe limitarse al contexto de la investigación, pero los datos de un ensayo, en que los pacientes mayores de 65 años recibieron la vacuna BCG o un placebo al ser dados de alta en el hospital y fueron seguidos durante 12 meses para detectar nuevas infecciones dan esperanzas. Los investigadores principales, los doctores Mihai Netea y Evangelos Giamarellos-Bourboulis del Hospital General Universitario ATTIKON de Atenas (Grecia), han hecho públicos resultados que indican que la vacuna BCG aumentó significativamente el tiempo hasta la primera infección y redujo la incidencia de infecciones del tracto respiratorio en un 80% (40% todas las nuevas infecciones).
Estudios epidemiológicos han documentado que los países con vacunación obligatoria con BCG tienden a tener un número sustancialmente menor de casos de COVID-19 y menos muertes per cápita que los países sin vacunación obligatoria, y que la intensidad de la epidemia es menor en el caso de los países que comenzaron a vacunar antes. Un estudio reciente observó una fuerte correlación entre la vacuna del BCG y reducción de la mortalidad debido al COVID-19 en diferentes países europeos (10% de aumento en el índice BCG se asoció con una reducción del 10,4% en mortalidad de COVID-19), por lo que se ha sugerido que la vacunación con BCG podría tener un papel en la protección de trabajadores sanitarios de primera línea e individuos vulnerables a la infección por el virus SARS-CoV-2 que dan lugar a la enfermedad de la COVID-19.
Diferentes expertos en Inmunología han analizado hoy en el I Congreso Nacional COVID19, el mayor encuentro sanitario celebrado hasta la fecha en España y el primero que aborda de forma multidisciplinar el abordaje y lucha contra la pandemia del CoV-SARS-2, las últimas novedades sobre relacionadas sobre la respuesta inmunitaria de nuestro organismo frente el virus, así como el estado actual del desarrollo de las vacunas contra la COVID-19 en nuestro país y el mundo.
La doctora Margarita del Val, investigadora del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CSIC-UAM), ha destacado que España “está bien posicionada en vacunas para la infección por SARS-CoV-2 y que cuenta con una buena experiencia científica para su desarrollo, gracias al trabajo de un gran número de investigadores”. Del Val hizo un repaso sobre los diferentes tipos de vacunas que se están desarrollando en la actualidad en el mundo (más de 135, 12 de ellas en España), destacando entre las más avanzadas a las desarrolladas por Moderna, Astrazeneca y la Universidad de Oxford, y CanSino, que son seguras, pero de las que “aún no sabemos los niveles de protección de los anticuerpos neutralizantes ni los correlatos de protección necesarios para el virus”. La investigadora destacó el trabajo que viene desarrollando en nuestro país la Plataforma Temática Interdisciplinar en Salud Global, una iniciativa de colaboración público-privada que coordina a más de 330 grupos de investigación de 90 institutos del CSIC y que en la actualidad está trabajando en tres vacunas para la infección del SARS- CoV-2. “Gracias al esfuerzo humano combinado se esperan varias vacunas estables y eficaces en el mundo que logren frenar la pandemia. Las vacunas son medicamentos muy complejos que van a administrarse a personas sanas, y que por tanto requieren
de una mayor seguridad. Tendremos que esperar al final de cada proceso para saber si tienen la eficacia deseada, estamos en un camino con incertidumbre pero a la vez muy prometedor”, afirmó.
La presencia de los anticuerpos (IgM, IgG o IgA) en el organismo para neutralizar el SARS-CoV-2 ha sido otro de los temas abordados en la mesa redonda, en la que la doctora María Montoya, del Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas (CIB-CSIC), ha puesto de manifiesto su importancia a la hora de diagnosticar y neutralizar el virus. Según los datos de los últimos estudios se ha demostrado que “existe una mayor presencia de los anticuerpos del SARS-CoV-2 en los pacientes que tienen la enfermedad en un estado más severo”, pero hay que tener en cuenta que los anticuerpos pueden actuar de diferente manera, advirtió Montoya. “Los anticuerpos neutralizantes pueden unirse al virus y pueden provocar estados inflamatorios, por lo que es un proceso del que aún quedan preguntas por resolver”, concluyó. La mesa de expertos en Inmunología ha estado moderada por los doctores Marcos
López Hoyos, jefe del Servicio de Inmunología del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander, y Eva Martínez-Cáceres, jefa del Servicio de Inmunología del Laboratori Clínic Metropolitana Nord, del Institut Català de la Salut y Hospital Universitari Germans Trias i Pujol. I Congreso Nacional COVID 19
Más de medio centenar sociedades científicas que agrupan a más de 150.000 profesionales sanitarios promueven el primer congreso nacional sobre COVID-19 y el mayor de cuantos se han celebrado en España en el ámbito de la salud. Este encuentro, que se celebrará de forma online hasta el 19 de septiembre, se ha gestado con la vocación de promover el trabajo colaborativo y multidisciplinar entre los profesionales e investigadores más directamente implicados en la lucha contra la pandemia a fin para poner en común las lecciones y enseñanzas que pueden extraerse de esta crisis sanitaria y los cambios que se deben poner en marcha de cara al futuro.
El Congreso, cuyo Comité de Honor preside Su Majestad el Rey Don Felipe VI, cuenta con 26 mesas redondas y 11 conferencias especiales sobre temas como la respuesta inmunitaria frente a SARS-CoV2, la investigación clínica en tiempos de crisis sanitaria, el papel de la atención primaria, la visión desde Urgencias, la farmacología, el pronóstico, profilaxis pre-post exposición y tratamiento antiviral del SARS-CoV2, las implicaciones en el sistema respiratorio, en reumatología, gastroenterología y hematología, la afección en niños y personas mayores, el impacto en salud mental, el daño vascular, afectación en la piel, vinculación con la enfermedad renal y cardiovascular, el esfuerzo en anestesiología, reanimación y medicina intensiva, entre otros.