El marido de Paz Padilla, fallecido este fin de semana ha sido el último caso que nos ha vuelto a recordar la existencia de los tumores cerebrales después de que Michael Robinson confesara en su día a uno de sus mejores amigos que se la habían subido los lacasitos a la cabeza. Hablamos de una masa o un crecimiento de células anormales en el cerebro. Existen muchos tipos diferentes de tumores cerebrales. Algunos tumores cerebrales son no cancerosos (benignos) y otros, cancerosos (malignos), según explica Mayo Clinic.
Los tumores cerebrales pueden comenzar a aparecer en el cerebro (tumores cerebrales primarios), o el cáncer puede comenzar en otras partes del cuerpo y diseminarse al cerebro (tumores cerebrales secundarios o metastásicos). La rapidez con la que crece un tumor cerebral varía mucho. Tanto el índice de crecimiento como la ubicación del tumor cerebral determinan cómo afectará la función del sistema nervioso. Las opciones de tratamiento de tumores cerebrales dependen del tipo de tumor cerebral que tengas, así como del tamaño y de la ubicación.
Algunos de los síntomas del tumor cerebral son una nueva aparición o cambio en el patrón de dolores de cabeza, náuseas o vómitos inexplicables, problemas de la visión, como visión borrosa, visión doble o pérdida de la visión periférica, pérdida gradual de la sensibilidad o del movimiento en un brazo o pierna. Se pueden notar pérdidas de equilibrio, dificultades del habla, confusión en asuntos diarios, cambios en la personalidad o el comportamiento, convulsiones, especialmente en personas sin historia clínica de convulsiones o problemas auditivos.
Los tumores cerebrales primarios se originan en el cerebro mismo o en tejidos cercanos, como las membranas que recubren el cerebro (meninges), los nervios craneales, la hipófisis o la glándula pineal. Los tumores cerebrales primarios comienzan cuando las células normales presentan errores (mutaciones) en su ADN. Estas mutaciones permiten que las células crezcan y se dividan a una mayor velocidad, y continúen viviendo cuando las células sanas morirían. El resultado es una masa de células anormales, que forman un tumor. En los adultos, los tumores cerebrales primarios son mucho menos frecuentes que los tumores cerebrales secundarios, en los que el cáncer comienza en otro lado y se disemina al cerebro.
Existen muchos tipos diferentes de tumores cerebrales primarios. Cada uno recibe su nombre según el tipo de células afectadas. Por ejemplo:
Gliomas. Estos tumores comienzan en el cerebro o la médula espinal, y comprenden astrocitomas, ependimomas, glioblastomas, oligoastrocitomas y oligodendrogliomas.
Meningiomas. Un meningioma es un tumor que surge de las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal (meninges). La mayoría de los meningiomas no son cancerosos.
Neurinomas del acústico (schwannomas). Estos son tumores benignos que se manifiestan en los nervios que controlan el equilibrio y la audición desde el oído interno hasta el cerebro.
Adenomas hipofisarios. Estos son, principalmente, tumores benignos que se manifiestan en la hipófisis, en la base del cerebro. Estos tumores pueden afectar las hormonas hipofisarias y tener efectos en todo el cuerpo.
Meduloblastomas. Estos son los tumores cerebrales cancerosos más frecuentes en niños. Un meduloblastoma comienza en la parte inferior trasera del cerebro y tiende a diseminarse a través del líquido cefalorraquídeo. Estos tumores son menos frecuentes en adultos, pero igual se forman.
Tumores de células germinativas. Los tumores de células germinativas pueden desarrollarse durante la infancia, cuando se forman los testículos y los ovarios. Sin embargo, algunas veces los tumores de células germinativas afectan a otras partes del cuerpo, como el cerebro.
Craneofaringiomas. Estos tumores no cancerosos poco frecuentes comienzan cerca de la hipófisis del cerebro, la cual secreta hormonas que controlan muchas funciones corporales. A medida que el craneofaringioma crece lentamente, puede afectar a la hipófisis y a otras estructuras cercanas al cerebro.
Los tumores cerebrales secundarios (metastásicos) son tumores que ocurren a raíz de un cáncer que se manifiesta en un principio en otra parte del cuerpo y luego se esparce (hace metástasis) al cerebro. Los tumores cerebrales secundarios se manifiestan con mayor frecuencia en personas que tienen antecedentes de cáncer. Sin embargo, en casos poco frecuentes, un tumor cerebral metastásico puede ser el primer signo de un cáncer que se inició en otra parte del cuerpo. Cualquier tipo de cáncer se puede diseminar al cerebro, pero los tipos frecuentes son los siguientes:
Cáncer de mama
Cáncer de colon
Cáncer de riñón
Cáncer de pulmón
Melanoma