Nuria fue recientemente víctima de una triangulación narcisista ¿qué es exactamente esta expresión que parece tan sofisticada? Suena complejo, pero la realidad es que este fenómeno está a la orden del día. La triangulación narcisista es una de las tácticas de manipulación más usadas por psicópatas y narcisistas. Si tenemos en cuenta que en nuestro país hay unos 6 millones de personas con personalidad psicopática -como aseguran los expertos, entre ellos el psicólogo Iñaki Piñuel – podemos imaginar que es bastante probable que en algún momento de nuestra vida hayamos caído en la trampa de una triangulación narcisista, como le ocurrió a Nuria.
Nuria conoció a Gema y a Jimena (son todos nombres ficticios porque se trata de un caso real) en un congreso de profesionales de la salud dental. Gema y Jimena, además de socias eran buenísimas amigas… “como hermanas”, -decían ellas. Sin quererlo ni beberlo, en pocos meses Nuria se vio llamándolas “hermanas” ella también. A pesar de tener muchísima vida social y familiar, Nuria se dejó seducir por la relación que tenían Gema y Jimena y sus respectivos maridos e hijos. Todos acogieron en el seno de esa relación de amistad a Nuria y su familia. Se llevaban fenomenal, hacían planes juntos, parecía que eran amigos “de toda la vida”.
A pesar de todo, Nuria siempre trató de mantener las distancias y respetar esa relación tan especial que siempre habían tenido Gema y Jimena…además, a su marido, de vez en cuando sí le convencía para hacer algún plan con ellas, pero eso de quedar todos los fines de semana…ya era demasiado.
A los dos años de amistad, Nuria -que quedaba con Gema y Jimena una vez al mes para comer y que mantenían una relación fluída por wasap- empezó a darse cuenta de algunas “rarezas” de Jimena. Ella era una mujer con unas habilidades sociales increíbles, muy atractiva en todos los sentidos, gustaba a la gente, tenía la palabra perfecta para cada momento. Desde fuera, sin conocerlas, se veía claramente que Gema, mucho más tímida y reservada, estaba a la sombra de Jimena. Pero Nuria, pronto descubrió que detrás de esa fachada, Jimena escondía grandes inseguridades y complejos, sobre todo en el terreno profesional, que es el ámbito que compartían y que Nuria podía valorar porque conocía bien.
Gema, sin embargo, a pesar de su carácter más apocado, era brillante profesionalmente. Era el alma de la clínica dental que compartía con Jimena. Nuria siempre pensó que esas diferencias en realidad les hacían complementarse a la perfección porque lo cierto es que la clínica funcionaba fenomenal.
Por eso, Nuria se extrañó tanto cuando Jimena la llamó para contarle que cerraban la clínica y se iban cada una por su lado. Nuria cayó en la cuenta de que, efectivamente, el chat de wasap que compartían las tres había estado muy apagado en los últimos meses…de hecho ni se había dado cuenta de que Jimena había salido del grupo. Jimena le contó a Nuria que había sorprendido a Gema haciendo gestiones para introducir a un tercer socio en la clínica sin consultárselo. Esa la primera “maldad”, según Jimena, de una larga lista de deslealtades que consideraba inadmisibles y que le habían llevado a tomar la decisión de cortar por lo sano la relación profesional y personal con Gema.
Jimena llegó incluso a enseñar a Nuria algunas pruebas reales de esas maldades que Gema había cometido y también se sintió muy decepcionada. ¿Por qué había hecho esas cosas? Nuria tomó la decisión de alejarse de ambas sin preguntar…no le gustó nada lo que había hecho Gema, pero tampoco quería pronunciarse públicamente en su contra. El asunto no le olía nada bien. Cuando Jimena hizo intentos de volver a contactar con Nuria, -incluso para plantearle la posibilidad de hacer algún trabajo juntas- ella le dio largas…la decisión estaba tomada: Jimena y Gema pasaban a la historia para ella.
Sin saberlo, Nuria fue víctima de una triangulación narcisista orquestada por Jimena. Si Nuria hubiera profundizado un poco más en el asunto, se habría dado cuenta de que la mayor parte de las cosas, de maldades, que Jimena contó sobre Gema, no eran del todo verdad. Jimena había tergiversado las cosas hasta el punto de difamar, para poner a Nuria en su contra.
En el lenguaje cotidiano a esto que acabo de contar le llamaríamos sencillamente ‘malmeter’, pero en términos psicológicos, cuando quien 'malmete' y difama con la intención de manipular es una de estas 6 millones de personas con personalidad psicopática, se habla de triangulación narcisista.
Como decía, la triangulación narcisista es un mecanismo de manipulación indirecta. Técnicamente se define como el acto por el que un manipulador comete una agresión o un abuso contra su víctima con la ayuda de un tercero. Un tercero que, por lo general, como ocurrió con Nuria, participa en la situación de forma inconsciente.
Como toda triangulación, hay tres actores involucrados en esta situación. El primero es el manipulador, en nuestro ejemplo se trata de Jimena, que es quien desencadena el comportamiento abusivo contra el segundo actor, la víctima, Gema. La verdadera intención de Jimena era hacer daño a Gema, desprestigiarla y dejarla en mal lugar de cara al resto de la gente, echarle a ella la culpa del cierre de la clínica, cuando en realidad era Jimena quien quería precipitar ese cierre. Como suele ocurrir en estos casos, el manipulador se percibe a sí mismo como víctima, y es por eso que acude a un tercero. Nuria sería ese tercer actor de la triangulación narcista de Jimena.
Nuria fue “usada”, manipulada, por Jimena para hacer daño indirectamente a Gema. Jimena sabía que Nuria iba a alejarse de Gema cuando le contara esas falsas maldades…sabía que Nuria era una persona excesivamente prudente y que no iba a llamar a Gema para preguntar por su versión de los hechos.
Gema tampoco llamaría. Jimena se aseguró de ello enseñándole los wasaps que se había cruzado con Nuria en los que ella le decía que estaba muy decepcionada y sorprendida con el mal comportamiento de Gema…
En dos o tres jugadas maestras, perfectamente diseñadas, Jimena había conseguido su objetivo: hacer daño a Gema haciéndole creer que nunca tendría el apoyo de Nuria.
En la triangulación narcisista el objetivo del manipulador, es siempre minar la capacidad de respuesta de la víctima. Devaluarla para que sienta que no tiene suficiente fortaleza como para enfrentarse al agresor. Por lo tanto, la tercera persona actúa sin saberlo como un aliado que contribuye indirectamente a aumentar la vulnerabilidad de la víctima.
En muchas ocasiones, el manipulador puede utilizar a terceras personas inventadas, no reales, para llevar a cabo esa agresión. Esto es muy habitual en relaciones de pareja en las que uno de los miembros es un psicópata, un psicópata integrado o un narcisista, que quiere devaluar a su pareja. Por ejemplo, el manipulador se inventa que ha conocido a una tercerea persona -que por supuesto encarnaría la versión mejorada de la víctima- o la compara permanentemente con exparejas.
Como explica la psicóloga experta en dependencia emocional, Silvia Rodríguez, “La tringulación siempre es un abuso encubierto ya que es una acción premeditada que tiene como objetivo su beneficio y el deterioro de la víctima. Es una estrategia que utilizan frecuentemente, es decir, más de una vez, con más de una persona y en diferentes contextos (…) triangulan con los roles que cumplen, el de madre, el de pareja, el de profesional, siempre con la misma intención: tu desgaste y que te sientas insuficiente”
Aunque la triangulación narcisista Es empleada con mayor frecuencia por quienes tienen rasgos marcadamente narcisistas, se utiliza este concepto para designar cualquier situación en la que una persona, que está en conflicto con otra, busca involucrar a un tercero para conseguir mayor respaldo. De hecho, el mecanismo de triangulación narcisista es habitual en el marco de la familia progenitores enfrentados que buscan el respaldo de sus hijos y tratan de ponerlos en contra del otro, etc… Las tácticas más empleadas suelen ser la comparación, la difamación o el reclutamiento.
La forma de salir de esta situación, pasa por la toma de conciencia de alguna de las tres partes implicadas, generalmente será la víctima o la persona triangulada la que se dé cuenta en mayor o menor medida y tome la decisión de cortar la relación. En este caso, Nuria tuvo un mal presentimiento y decidió alejarse de Gema y Jimena. Ese es el único camino para acabar con una situación de este tipo: de hecho, los expertos en relaciones con psicópatas y narcisistas lo llaman 'contacto cero', es decir romper cualquier lazo con el narciststa o psicópata, cueste lo que cueste. Según las estadísticas, hasta conseguir establecer de forma definitiva el 'contacto cero', una víctima tarda una media de 7 intentos.