Las situaciones de maltrato sufridas durante la infancia podrían contribuir en el desarrollo de un trastorno neurológico funcional en la edad adulta, según un nuevo estudio impulsado por el Hospital General de Massachusetts (Estados Unidos) publicado en la revista científica Molecular Psychiatry. El objetivo de este estudio era proporcionar un mejor entendimiento sobre qué ocurre en los cerebros de estos pacientes, así como en los de aquellos con otros trastornos cerebrales relacionados con experiencias traumáticas.
El trastorno neurológico funcional es una condición neuropsiquiátrica en la que los individuos presentan síntomas sensoriomotores incompatibles con otros trastornos neurológicos. En los individuos con trastorno neurológico funcional, el cerebro normalmente presenta una aparencia estructural normal en las resonancias magnéticas. Sin embargo, este funciona incorrectamente, ya que los pacientes experimentan síntomas que incluyen la debilidad en algunas partes del cuerpo, temblores, marcha anormal y convulsiones no epilépticas.
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores examinaron los cerebros de individuos que habían experimentado traumas en la infancia, algunos de ellos con trastornos neurológicos funcionales y otros sin él. En la muestra participaron 30 adultos con trastorno neurológico funcional y 21 individuos con un diagnóstico de depresión que sirvieron como grupo de control. Algunos de los participantes de ambos grupos habían experimentado maltrato temprano, según se determinó mediante cuestionarios.
Así, solo en los pacientes con trastorno neurológico funcional, las diferencias en la severidad de los abusos recibidos en la infancia se relacionaban con diferencias en las conexiones entre ciertas regiones del cerebro. "Los circuitos motores y límbicos estaban conectados más fuertemente en individuos con trastorno neurológico funcional que habían informado sobre una mayor dureza en el abuso físico recibido en la infancia", ha explicado el líder del estudio, Ibai Diez.
Así, este hallazgo podría llevar a importantes avances en los mecanismos plásticos del cerebro involucrados en promover una mayor interrelación entre los circuitos de control motor y los circuitos de procesamiento de emociones.
Otro de los autores, David Pérez, ha manifestado que, aunque el maltrato en la infancia puede considerarse un factor de riesgo para el desarrollo del trastorno neurológico funcional, hay otros muchos factores sociales, ambientales y biológicos que "probablemente" influyen en el desarrollo posterior de esta enfermedad.
"Se necesita más investigación para comprender cómo los mecanismos del cerebro que subyacen en el trastorno neurológico funcional en aquellos sin un maltrato prominente en la infancia podría ser igual o diferente que en aquellas personas con este trastorno con un alto porcentaje de abusos en la niñez", ha concluido el investigador.