Los titulares son demoledores. No es de extrañar que Marlaska esté contra las cuerdas y que Simón sea cuestionado. Ahora se recuerda cómo Simón decía que España no iba a tener más allá de algún caso diagnosticado. "Esperemos que no haya transmisión local, si la hay será muy limitada y controlada. Me sorprende este exceso de preocupación", pero lo que ahora evidencia el informe es que sí se sabía más de lo que se contó. Y tampoco ha visto el Gobierno necesario el uso de mascarillas, aunque Simón reconoció en rueda de prensa que no se podía crear una norma que iba a ser imposible de cumplir, porque no había mascarillas. Un funcionario de la Delegación del Gobierno en Madrid dice ahora que se permitió la celebración de la manifestación del pasado 8 de marzo por el Día Internacional de la Mujer para "no alarmar" a la población y para evitar tener que "parar todo lo demás", por los efectos económicos que pudiera tener. Los titulares del informe son demoledores.
La Guardia Civil concluye en la ampliación de su informe sobre la investigación del 8M, que ha entregado en el Juzgado de Instrucción número 51 de Madrid, que el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) del Ministerio de Sanidad, "sabía" desde el 10 de febrero que se debían establecer medidas sanitarias como guardar una distancia de seguridad de 2 metros para evitar contagios del coronavirus.
El informe refleja "la peligrosidad" de este coronavirus comparándolo con el SARS-CoV, con el guarda un 79 por ciento de identidad genómica y establece el mecanismo de transmisión a través de "secreciones de personas infectadas" principalmente por gotas respiratorias de más de 5 micras (capaces de transmitirse a distancias de hasta 2 metros) y de las manos o los fómites contaminados con estas secreciones seguido del contacto con la mucosa de la boca, nariz u ojos.
En ese informe del CCAES también se incluye el periodo de incubación de 2 a 14 días; se recoge que en ese momento la proporción de casos graves oscila entre un 15 y un 35 por ciento y entre un 11 y un 15 por ciento de letalidad y advierte del riesgo de contagio entre los profesionales sanitarios basándose en lo ocurrido en Wuhan, donde apareció el brote inicial del virus.
En esa fecha, dice el informe, ya eran conscientes de la "peligrosidad", la alta contagiosidad, las complicaciones que provocaba el virus y que los más vulnerables eran ancianos y sanitarios. Es decir, que en esa fecha, se refleja ya el "grado de conocimiento de la enfermedad y su posible gravedad".
La Guardia Civil cuestiona en un nuevo informe remitido a la juez Carmen Rodríguez-Medel que el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) que preside Fernando Simón no difundiera una alerta europea sobre el riesgo del coronavirus recibido 2 de marzo y sostiene que ese mismo día los técnicos del Ministerio de Sanidad ya estudiaban la necesidad de reforzar la vigilancia por positivos en coronavirus no importados.
En este nuevo informe remitido a la juez Rodríguez-Medel -el primero originó el cese fulminante del coronel jefe de la Comandancia de Madrid, Diego Pérez de los Cobos-- se reseña que el CCAES el mismo día 2 de marzo que recibe la alerta europea "participa a los miembros de las Ponencias de Alertas y al propio director del CCAES un documento denominado 'Propuestas para la vigilancia intensificada del Covid-19".
Los agentes concluyen que el mismo 2 de marzo desde el CAES se reconoce un nuevo criterio de "contacto estrecho justificado en el hecho de que han aparecido casos de Covid19 sin vínculo epidemiológico conocido ni antecedentes de viaje a zonas con transmisión comunitaria conocida del virus". "Por ello", dicen, "sugieren a debate el intensificar la vigilancia en algunas Comunidades Autónomas, entre ellas la Comunidad de Madrid". El 2 de marzo, dice la Guardia Civil, los miembros de las Ponencias de Alertas de datos de personas sospechosas de contagio y el CCAES observan "un total de 114 casos confirmados a nivel nacional, con un total de 29 casos confirmados en la Comunidad de Madrid, siendo esta la región más afectada y con mayor número de contagios confirmados, con un 25,43% de los contagios según los casos estudiados por el CCAES".
El Gobierno sabía las complicaciones que se producen en base al análisis de 99 casos hospitalizados en Wuhan: 23 requirieron ingreso en UCI, 17 sufrieron síndrome de distrés respiratorio del adulto; 3 fallo renal; 8 daño pulmonar agudo; 4 shock séptico y 1 neumonía asociada a ventilación mecánica. "En el momento de publicar la serie 11 habían fallecido, 31 habían sido de alta y 58 permanecían ingresados", rezaba el informe del CCAES que recoge la Guardia Civil en el texto entregado a la juez Carmen Rodríguez-Medel.
En esa fecha, dicen los agentes, ya se conocían casos leves y asintomáticos en Alemania, España, Bélgica e Italia, principalmente casos secundarios. El caso índice fue una ciudadana china que viajó a Alemania con sintomatología específica que generó 10 casos secundarios en sus contactos cercanos: 9 en Alemania y 1 en España.
La Guardia Civil señala que, a pesar de disponer de dicha información el 10 de febrero no se tomó ninguna medida de restricción de los vuelos hasta el 10 de marzo, ni tampoco se tuvo en consideración la existencia de personas contagiadas que podían ser asintomáticas.
En ese informe de 10 de febrero sí se incluyeron algunas medidas de salud pública que ya recomendaba la OMS, las mismas precauciones que para otros coronavirus de transmisión por gotas y por contacto en contexto epidémico y se contemplaba el "aislamiento aéreo" con "mascarillas de alta eficacia" en situaciones o maniobras en las que se pudieran generar aerosoles.
La conclusión de la Guardia Civil en relación con este informe es que el CCAES "sabía" desde el 10 de febrero "y así lo reflejó en el citado documento" que: se trataba de una infección vírica producida por un nuevo coronavirus con una alta contagiosidad; la transmisión fundamental era persona a persona a través del aire; la morbimortalidad era elevada --11 de 99 casos-- y se reconocía la gravedad de la infección --1 de cada 3 pacientes precisaron UCI--.
A estas conclusiones se añaden que Sanidad sabía ya en esa fecha que las medidas de contención debían incluir el "aislamiento preventivo y el distanciamiento social debiéndose guardar una distancia de seguridad de al menos 2 metros" Y que las personas más vulnerables eran los ancianos y el personal sanitario.
La Guardia Civil incluye también el análisis del informe que actualiza el anterior, el que emite el CCAES el 6 de marzo y que envía a la Ponencia de Alertas. Y vuelve a destacar la necesidad que recoge el CCAES de tener una distancia de 2 metros para evitar contagios.
Así, señala que en su página 6, en el capítulo titulado "Mecanismo de transmisión humano-humano" dice: "la vía de transmisión entre humanos se considera similar al descrito para otros coronavirus a través de las secreciones de personas infectadas, principalmente por contacto directo con gotas respiratorias de más de 5 micras (capaces de transmitirse a distancias de hasta 2 metros) y las manos o los fómites contaminados con estas secreciones seguido del contacto con la mucosa de la boca, nariz u ojos".
La Guardia Civil recuerda que en esa misma página se admite que con la aplicación de medidas de Salud Pública disminuye la tasa de reproducción como se había comprobado ya en Wuhan y en el resto de China.
"Es decir, el día 6 de marzo de 2020 se tiene pleno conocimiento de que la tasa de contagios disminuye con la aplicación de medidas de Salud Pública; recordemos que tales medidas son el aislamiento y el distanciamiento social tal y como publica la OMS el día 2 de marzo de 2020 para protegerse del coronavirus", sentencia el informe de la Policía Judicial.