Tipos de dolores de cabeza: cuándo suponen un peligro para tu salud
La mayoría de los dolores de cabeza no son peligrosos, pero es importante conocer sus distintos tipos y cuándo debe vernos un médico
La migraña puede convertirse en un calvario
Hay dolores de cabeza en racimo o por esfuerzo
Tensional, en racimo, por esfuerzo... Aunque puedan parecer iguales, lo cierto es que existen distintos tipos de dolores de cabeza, tantos como causas los producen, y es importante conocer las diferencias entre ellos para poder identificar la mejor forma de evitarlos. La mayoría de casos de dolor de cabeza no resultan peligrosos, pero determinadas circunstancias hacen que debamos consultar a un médico para asegurarnos de que no nos ocurre nada grave. ¿Qué tipos de dolor de cabeza existen y cómo aliviarlos? ¿Cuándo es momento de acudir a un profesional?
Tipos de dolor de cabeza
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La mayor parte de los dolores de cabeza duran poco tiempo y lo más habitual es que no haya razón para preocuparse por sus síntomas. Además, son una dolencia muy frecuente y normalizada, y sabemos qué medicamentos los alivian en condiciones normales (paracetamol, aspirina...) Sin embargo, en algunos casos el dolor puede ser muy intenso, o tal vez perdurar en el tiempo más de lo habitual, e incluso llegar a ser recurrente. En algunos casos puede impedirnos realizar nuestras tareas diarias con normalidad.
En estos casos, conviene analizar con detalle qué síntomas estamos experimentando: dónde nos duele exactamente, qué sensación se produce, cuánto dura este estado... El objetivo es poder explicarle la situación a un profesional que nos diagnostique, nos ofrezca una medicación adecuada y realice las pruebas que crea convenientes para descartar posibles problemas. También conocer nuestro cuerpo y estar preparados para actuar rápidamente cuando notemos que el dolor de cabeza va a manifestarse.
En realidad, conocer todas las clases de dolor de cabeza sería muy difícil: la Edición de la Clasificación Internacional de las Cefaleas (ICHD, en inglés) define más de 150 tipos diferentes, tal y como recoge Medical News Today. Sin embargo, existen ciertos dolores especialmente frecuentes. Dentro de los primarios (es decir, los que no se relacionan con otra dolencia, sino que son afección en sí mismos) son los siguientes:
- Migrañas
La migraña se caracteriza por un fuerte dolor de cabeza que resulta punzante e intenso y que se produce especialmente en un solo lado de la cabeza. Además, suele acompañarse de trastornos visuales y de una mayor sensibilidad a la luz y a los sonidos, e incluso a los olores. Quienes la padecen también pueden sentir nauseas.
En algunos casos los disturbios visuales y sensoriales pueden llevar al paciente a ver luces o puntos o lineas en zigzag, así como a perder parcialmente la visión. También es posible tener dificultades para hablar, sentir punzadas en las sienes y encontrarse en general débil y fatigado. Es importante que, si es a primera vez que experimentas estos síntomas, acudas a un médico para que descarte otras dolencias y te recomiende una medicación a tu medida.
Por último, hay que saber que las migrañas suelen ser recurrentes y que pueden llegar a durar hasta 3 días. El estrés, la ansiedad, los problemas de sueño, cambios hormonales, deshidratación, omitir comidas, consumir determinados alimentos... son las causas más frecuentes de la migraña, así como la exposición a luces y sonidos intensos.
Además de tomar el medicamento adecuado (a veces no basta con los tradicionales analgésicos), descansar en un lugar oscuro y silencioso es de gran ayuda para aliviar la migraña, así como beber agua y aplicar frío en la frente.
Dolores de cabeza por tensión
El dolor de cabeza por tensión o dolor de cabeza tensional es uno de los más frecuentes y se siente en ambos lados de la cabeza, de forma constante y generando sensibilidad en cara, cabeza, cuello y hombros. Es frecuente sentir presión en la zona de los ojos, así como sensibilidad a la luz y al sonido. Su duración se mueve entre los 30 minutos y varias horas, pero no suelen impedir ejecutar nuestras tareas diarias.
Del mismo modo que ocurre con la migraña, el dolor de cabeza por tensión se relaciona con el estrés y la ansiedad, así como con la deshidratación, la falta de sueño, omitir comidas... También con la falta de ejercicio, con posturas incorrectas o con la fatiga ocular. En estos casos suele bastar con los analgésicos de venta libre más frecuentes: ibuprofeno, paracetamol y la aspirina.
- Dolor de cabeza en racimo
El dolor de cabeza en racimo es menos conocido y se caracteriza por una sensación de ardor y dolor detrás de los ojos. Suelen ser fuertes y recurrentes, y afectan más a los hombres que a las mujeres. Entre sus síntomas se encuentran los ojos llorosos, hinchazón en los párpados, nariz taponada o con mucosidad, sensibilidad a la luz y al sonido, inquietud y agitación.
Estos ataques suelen durar entre 15 minutos y 3 horas, y suelen experimentarse varias veces en el mismo día (por eso reciben el nombre "en racimo”). Además, pueden persistir durante semanas e incluso meses. Puede confundirse con los síntomas de la rinitis, por lo que es conveniente consultar a un médico para identificar con claridad a qué se debe ese dolor. Además, en este caso la causa del dolor no está clara, pero suele asociarse a fumadores.
Los medicamentos para tratar este tipo de dolor de cabeza cambian con respecto a los casos anteriores: topiramato, sumatriptán, verapamilo, esteroides, melatonina, terapia de oxígeno, litio... El objetivo en este caso es reducir la gravedad y la frecuencia de los episodios.
- Dolor de cabeza por esfuerzo
El dolor de cabeza por esfuerzo es puntual y se relaciona con episodios de ejercicio físico intenso. Por ejemplo, después de correr, al levantar pesas, después de mantener relaciones sexuales, tras un ataque de tos o de estornudos... Suele durar poco y se caracteriza por ser punzante, notándose en toda la cabeza.
Lo habitual es paliarlos con analgésicos de venta libre. Además, a nivel preventivo, calentar adecuadamente antes de hacer ejercicio puede ayudar a evitarlos.
Por último, en cuanto a cuándo consultar a un médico por un dolor de cabeza, debes hacerlo cuando el dolor sea especialmente fuerte, persistente o recurrente. Debes buscar asistencia médica de inmediato en el caso de que sufras un dolor repentino y extremadamente fuerte; cuando el dolor aparezca tras un golpe en la cabeza; cuando surja simultáneamente confusión, alteraciones visuales, alteraciones en el habla o en el equilibrio; cuando aparezca entumecimiento; cuando vomites recurrentemente; cuando sientas fiebre, convulsiones o pérdida del conocimiento; y siempre que aparezca rigidez en el cuello o sarpullido.