Las teorías de la conspiración sobre el coronavirus son diversas, absurdas y disparatadas. No es sensato negar una enfermedad que sólo en nuestro país se ha llevado por delante la vida de decenas de miles de personas.
Los negacionistas auguran que la pandemia no existe, que es un complot de los poderosos. "Yo declaro el fin de la 'plandemia', que se sepa la verdad", comentaba una mujer en la concentración de este domingo en la plaza de Colón, Madrid. Creen que la vacuna es un chip que nos inyectarán para vigilarnos. "Acceder al cuerpo 24 horas al día, siete días por semana genera muchos datos", señalaba recientemente el conocido negacionista, Daniel Estulín.
Afirmaciones que para los científicos no tienen ningún fundamento. "Un negacionismo basado en nada. Está claramente establecido el patógeno", señala el doctor Hermann Schwarz, vicepresidente del Colegio de Médicos de Alicante. "¿Pensáis que todo el mundo, todos los médicos, todo el gobierno, están metidos en este complot?", pregunta el catedrático en inmunología de la Universidad de Valladolid, Alfredo Corell.
Muchos se quejan de que los medios de comunicación no hablan de sus teorías, pero cuando este domingo lo intentaba un periodista de Cuatro al día, le cortaban. Teorías que apoya y difunde uno de los rostros más conocidos de la música española: Miguel bosé. "Yo soy la resistencia", comentó en redes sociales.
A otros los conocemos porque llevan demasiados años diciendo que curan todas las enfermedades del mundo con un spray, como Josep Pàmies, negacionista de la COVID-19. Cuidado, no vaya a ser más peligroso el remedio que la enfermedad.