El Comité para la Evaluación de Riesgos en Farmacovigilancia de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) incluía la semana pasada el síndrome de Guillain-Barré (SGB) como efecto un secundario "muy raro" después de la administración de la vacuna de AstraZeneca contra el covid19. Este efecto secundario 'poco habitual' ya estaba incluido desde el pasado mes de julio en otra vacuna contra el covid, la de Janssen.
El síndrome de Guillain-Barré es un trastorno del sistema inmune muy poco frecuente, que causa inflamación de los nervios periféricos que puede resultar en dolor y/o adormecimiento, inicialmente de las extremidades, debilidad muscular y dificultad para la deambulación; en casos muy severos puede progresar a parálisis. La mayoría de los pacientes se recuperan de los síntomas.
Los síntomas que pueden sugerir la aparición de este síndrome incluyen visión doble o dificultad para mover los ojos; dificultad para hablar, masticar o tragar; dificultades de coordinación en el movimiento, para caminar o mantenerse en pie; debilidad en las extremidades o en la cara; dolor y hormigueo en extremidades y dificultades para el control intestinal o de la vejiga urinaria.
La causa exacta del síndrome de Guillain-Barré se desconoce por el momento. Sin embargo, dos tercios de los pacientes aseguran haber tenido síntomas de infección en las seis semanas anteriores a detectarse el síndrome. Estas pueden ser infecciones respiratorias o gastrointestinales.
En ocasiones muy poco frecuentes, una cirugía reciente o una vacunación contra algún virus puede provocar el síndrome de Guillain-Barré. Recientemente, se han informado algunos casos después de la infección con el virus del Zika. También se han dado casos del síndrome de Guillain-Barré que han aparecido después de una infección con el virus que provoca la covid19. Es precisamente de esta relación que se cree que sus vacunas, en casos muy raros, pueden provocarlo como efecto secundario.
Aunque la mayoría de las personas con el síndrome de Guillain-Barré terminan recuperándose, la tasa de mortalidad se sitúa entre el 4% y el 7%. aunque no hay una cura contra el síndrome hoy en día, sí que existen tratamientos que mitigan o hacen desaparecer los síntomas y reducen el tiempo de la enfermedad.
Entre el 60% y el 80% de las personas que lo padecen, pueden caminar normalmente a los seis meses de habelro padecido. Algunos pacientes podrían experimentar efectos persistentes y secuelas tras la enfermedad como una debilidad general, entumecimiento o fatiga.