El Gobierno holandés informó este lunes sobre un posible segundo caso de contagio por coronavirus a un humano en una de las granjas de visones del país, donde la semana pasada se detectó un primer caso en el que el genoma del virus hallado en un empleado se asemejaba al encontrado en los mustélidos.
En una carta enviada al Parlamento holandés, la ministra de Agricultura Carola Schouten explicó que está "considerando todas las medidas posibles", después de las fuertes criticas por parte de los veterinarios, que lamentaron que la ministra haya "dicho con demasiada firmeza que el riesgo de contagio en las granjas es insignificante".
Los expertos, e incluso algunos criadores de visones, creen que en algunas granjas pueden ser necesarias medidas drásticas como el sacrificio de estos animales para combatir la propagación del virus, una opción que también había descartado la ministra en un principio al confirmarse que el virus no está circulando por el aire fuera de los establos.
Se espera que esta semana se publiquen los resultados de una investigación epidemiológica veterinaria que se hizo en tres puntos de una granja de cría de visones donde se había detectado el primer posible contagio de animales a humano, según confirmó Schouten.
Las principales preguntas que se espera que responda esta investigación son si el virus se "extinguirá" solo con las medidas de protección tomadas hasta ahora y cuáles son los riesgos para la salud pública que suponen estas granjas.
Al comparar los códigos genéticos del virus de diferentes animales y personas entre sí, se puede crear una especie de "árbol genealógico genético" para obtener una imagen de cómo las personas y los animales han podido contagiarse, en lo referente al tiempo y el lugar.
El científico holandés Arjan Stegeman, que investiga el contagio de visones en granjas de Holanda, subrayó a Efe que es difícil establecer con seguridad cuando una persona que cuida y alimenta diariamente a estos mustélidos contrajo el virus dentro de la granja.
No obstante, "teniendo en cuenta cuándo ha estado expuesto a los visones, la duración de la exposición y el código genético estudiado", se puede calcular dónde está el origen.
Lo que más preocupa a los científicos es que estas granjas se conviertan en un "reservorio del virus"; es decir, que no se identifique el peligro (el microbio podría persistir en los animales después de la pandemia) y que el virus permanezca en el aire, pasando a ser en el futuro una posible fuente significante" de contagio a humanos, obligando a empezar de cero.
En los Países Bajos hay unas 130 granjas de cría de visones con más de 800.000 de estos animales, una actividad que estará prohibida a partir de 2024 después de una sentencia judicial dictada hace cuatro años por cuestiones morales.