China fue el epicentro mundial de la pandemia del nuevo coronavirus que se originó en Wuhan y, aunque el gigante asiático se enfrenta al riesgo de una segunda oleada de infecciones, otro gran brote es poco probable gracias a las estrictas medidas de prevención y control que ha establecido el país, según explica el veterano experto chino en enfermedades respiratorias Zhong Nanshan.
"Con nuestros procedimientos intensivos de monitoreo de seguimiento, existe el riesgo de una segunda ola pero es poco probable que ocurra otro pico en el país", asegura Zhong en una entrevista con el 'South China Morning Post' . Sin embargo, el epidemiólogo de 83 años, que dirige un equipo de expertos que asesoran a los líderes sobre la pandemia, cree que las autoridades no deberían ser complacientes ya que el coronavirus continúa extendiéndose por todo el mundo. Además, la mayoría de las personas en China continental, Hong Kong y Asia oriental aún no han desarrollado inmunidad al patógeno debido a las medidas de seguridad eimplementadas cuando el coronavirus atacó por primera vez.
"Dadas estas circunstancias, si no hubiera medidas de control estrictas, habría una segunda ola de infecciones", advirtie Zhong, para quien fueron "clave las cuarentenas en las primeras etapas y el rastreo de contactos". Las medidas de China también incluyeron un bloqueo draconiano en todo el país, prohibiciones de viaje a nivel nacional y la extracción de información personal de telecomunicaciones para rastrear contactos.
Menos de dos meses después de que comenzara el cierre a fines de enero, los casos diarios de coronavirus se habían reducido a un solo dígito en China, pero se dispararon en todo el mundo. Sin embargo, los especialistas advierten sobre una segunda ola de infecciones a medida que se están relajando los confinamientos en varios países. Los partidos de fútbol se han reanudado y los comercios han abierto sus puertas en Alemania, y Francia ha levantado las restricciones de viaje. En Estados Unidos, 47 estados más Puerto Rico, levantaron las restricciones desde el 21 de mayo, a pesar de que casi la mitad de estas jurisdicciones todavía tenían propagación incontrolada de coronavirus,
El director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, advirtió la semana pasada de que una reanudación apresurada de los negocios sería arriesgada, dado que la mayoría de la población mundial seguía siendo vulnerable al virus. "Incluso en las regiones más afectadas, la proporción de la población con los anticuerpos reveladores no es más del 20 por ciento, y en la mayoría de los lugares, menos del 10 por ciento", dijo Tedros.
Para comprender mejor la enfermedad y prevenir otro brote, Zhong sugiere que China haga pruebas para el coronavirus en todo el país. "Esto sería muy valioso porque podría ayudarnos a comprender cuántas personas se han infectado y la información sería muy importante para el gobierno en la prevención de la próxima epidemia", dijo. A su juicio, China debería llevar a cabo pruebas de anticuerpos además de pruebas de hisopos para ayudar a guiar a los expertos a contener el virus.
En ese sentido, aunque sería imposible evaluar a los 1.400 millones de personas en China, sí se podrían recolectar muestras en tres áreas, que van desde partes del país más afectadas como las provincias de Wuhan y Hubei; regiones de zonas moderadamente afectadas como las provincias de Guangdong y Zhejiang; y otras áreas para dar una comparación.
Wuhan, la ciudad central de China donde se detectó por primera vez la enfermedad, ordenó nuevas pruebas de COVID-19 para todos sus residentes el 12 de mayo después de un rebrote de nuevos casos. Hasta el pasado sábado la ciudad había evaluado a más de 6 millones de personas y descubierto 206 nuevos casos sin síntomas, según la comisión municipal de salud.
Mientras tanto, Zhong recuerda que hay que mantenerse alerta porque todavía había muchas incógnitas sobre el virus. “Las infecciones han comenzado a disminuir en el hemisferio norte. A medida que el hemisferio sur entre en invierno, ¿habrá más infecciones? Simplemente no lo sabemos ”, dice . "Espero que la situación sea mejor en el hemisferio norte en la segunda mitad de este año, pero en el hemisferio sur, como Brasil, tenemos que estar muy atentos". Brasil tiene el segundo mayor número de casos en el mundo después de los Estados Unidos, con 375.000 casos confirmados y 23.000 muertes.
Sin embargo, Zhong se muestra optimista respecto a aliviar algunas medidas de distanciamiento social en China este verano. "La mayoría de los virus se vuelven menos activos cuando la temperatura alcanza los 30-35 grados Celsius, por lo que la infecciosidad caerá naturalmente", vaticina. "Creo que podemos considerar levantar [algunas] medidas a mediados de junio, especialmente para aquellas relacionadas con actividades al aire libre", termina.