El ministerio de Sanidad han informado a través de su cuenta oficial de Twitter que beber alcohol ni previene los contagios de coronavirus ni tampoco ayuda a su tratamiento. En su texto en las redes sociales, los responsables sanitarios piden evitar la ingesta de estos sustancias "para no debilitar tu sistema inmunitario y tu salud", al tiempo que recomiendan "buscar ayuda si piensas que tú o alguien cercano está bebiendo alcohol fuera de control".
No es la primera señal de alarma ante el aumento en el consumo de alcohol en relación al COVID-19. Recientemente, la Fundación de Patología Dual (FPD) avisó de que es necesario tomar medidas destinadas a la prevención y educación de los jóvenes en el riesgo de desarrollar una serie de adicciones entre las que destacaba el alcohol o el juego, en un momento en que la situación generada por la pandemia posibilita el contacto con conductas potencialmente adictivas. También hace referencia al abuso de redes sociales o determinados trastornos de alimentación.
La preocupación también ha calado entre los investigadores. Científicos de la Facultad de Farmacia de la Universitat de Valencia, están desarrollando un proyecto que tiene por objeto conocer los hábitos de consumo de alcohol y otras drogas durante el confinamiento en respuesta a la pandemia de la Covid-19.
Durante el confinamiento, el miedo de los pacientes con dolor a acudir a los servicios sanitarios o a la congestión de los servicios vinculados a las clínicas del dolor (anestesiología) ha generado estrés en muchos de ellos, y este factor puede haber incidido en el consumo o en la recaída en el consumo de determinadas sustancias consideradas como drogas.
Según Lucía Hipólito, profesora de este centro universitario, "es muy importante que todas las personas que lo deseen rellenen la encuesta, aunque no sufran dolor o no consuman alcohol o mediacamentos para el dolor, a fin de que los datos puedan reflejar la realidad de nuestra sociedad".