Los productos de limpieza más peligrosos y sus efectos para tu salud
Lucía SicreMadrid
¿Qué riesgos supone el uso de productos de limpieza?Pixabay
Usar productos de limpieza químicos conlleva ciertos riesgos para la salud relacionados con su toxicidad: descubre cuáles y cómo evitarlos
Vivimos rodeados de productos químicos y los productos de limpieza que utilizamos constantemente no son una excepción. Aunque existen opciones alternativas inocuas e incluso ecológicas, la mayoría de los productos que existen en el mercado resultan potencialmente perjudiciales para la salud en mayor o menor medida, especialmente si no se tienen en cuenta las recomendaciones de fabricante o si nos excedemos en la cantidad utilizada. ¿Qué riesgos y peligros implican los productos de limpieza? ¿Cómo reducirlos?
Aunque la presencia de sustancias nocivas es habitual en los productos de limpieza, no todos resultan igual de tóxicos, ni igual de corrosivos, irritantes o inflamables. De hecho, algunos no lo son en absoluto. Muchas veces el error nace de nuestra parte: creemos que a más cantidad de producto o a más concentración en su formulación, más limpia estará nuestra casa. Sin embargo, el efecto puede ser el contrario: superficies cargadas de producto y, con ello, más pegajosas y más susceptibles de acumular suciedad. También más tóxicas para quienes convivan en ese espacio, ya que todos los químicos que se encuentran en el ambiente pueden pasar a nuestro organismo. Por eso aprender a limpiar es vital.
A ello se le suman los posibles accidentes durante la manipulación de los distintos limpiadores: irritación, quemaduras, sensibilización, alergias, eczemas, intoxicaciones por inhalación... Algunos de los productos responsables de este tipo de efectos son la lejía, el salfumán, los desengrasantes alcalinos a base de sosa o de amoníaco, los limpiadores antical, los decapantes, etc.
Estos son algunos consejos para evitar problemas en el uso de productos de limpieza:
Sigue siempre las recomendaciones del fabricante. Es muy difícil crear un listado exhaustivo de uso para cada tipo de sustancia, pero el fabricante suele incluir en el envasado indicaciones de uso que conviene seguir a rajatabla, especialmente teniendo en cuenta que lo más importante es proteger nuestra salud.
Jamás utilices productos de limpieza (especialmente los más fuertes) en concentraciones o cantidades mayores a las indicadas. No conseguirás más eficacia, sino todo lo contrario, generando mayor contaminación, mayor gasto económico y mayor riesgo para la salud.
Intenta utilizar estos productos en ambientes ventilados. De esta forma minimizarás el impacto de posibles intoxicaciones por inhalación. Entre los productos de limpieza que desprenden vapores o gases irritantes o tóxicos encontramos el amoníaco, los disolventes, la lejía, el salfumán, los desinfectantes a base de formol o glutaraldehído, etc.
Mantén los productos en sus envases originales. Éstos suelen fabricarse de forma que su contenido sea de difícil acceso para los más pequeños, así como para evitar derrames y demás posibles accidentes. Si no quedara más remedio que utilizar otro envase, etiqueta el nuevo recipiente con los datos de la etiqueta original.
No mezcles productos salvo indicación expresa del fabricante. Nunca sabes qué reacciones químicas pueden producirse y qué daños podrías provocar. Un caso frecuente es la generación de gases tóxicos al mezclar lejía con amoníaco o con productos ácidos (salfumán, aguafuerte, limpiadores y desincrustantes antical).
Utiliza guantes siempre que sea posible, e incluso mascarilla. Sobre todo cuando manipules (si es que es necesario hacerlo) sustancias que desprenden gases o vapores, como el amoníaco, el aguarrás u otros disolventes, etc., no basta con una ventilación adecuada: la mascarilla y losmguantes son un básico imprescindible ante este tipo de sustancias.
Evita usar productos químicos en ambientes de altas temperaturas o en presencia de llamas o chispas. No por obvio conviene dejar de mencionar que utilizar químicos en ambientes en los que existan fuentes de fuego o temperaturas elevadas supone un enorme riesgo. Muchas personas olvidan que tampoco se debe fumar en presencia de este tipo de productos. Los sprays no deben dirigirse nunca a fuentes de calor como bombillas encendidas o similares.
Lávate las manos siempre después de utilizar productos químicos, y no comas ni bebas mientras los manipulas.
¿Qué dice la normativa sobre los productos de limpieza tóxicos?
Quizás el mejor consejo posible es reducir al mínimo imprescindible el uso de productos químicos tóxicos en el hogar: cada vez existen más opciones inocuas para la salud que, si bien pueden resultar menos potentes o requerir un mayor esfuerzo humano para eliminar la suciedad, son perfectamente válidas para mantener las limpieza de tu hogar y de todo lo que éste contiene.
Para aquellos casos en que sea necesario recurrir a ellos, desde OCU recuerdan que, por ley, todos los detergentes deben mostrar en la etiqueta tanto el grado de peligro, si es irritante o corrosivo, e incluso ciertos consejos estándar sobre qué hacer y qué no hacer en caso de ingestión, inhalación o irritación. Para ello, existen unos símbolos de seguridad o pictogramas. Además, los productos clasificados como peligrosos deben tener una cerradura de seguridad, es decir, una tapa que requiera movimientos diferentes y separados para poder abrirse. Sin embargo, las tapas no pueden garantizar una seguridad absoluta: su función es resistir al menos 5 minutos a un niño de 5 años para que un adulto tenga tiempo de intervenir.
Algunos productores (no es obligatorio por ley para ningún tipo de producto) agregan a los detergentes bitrex, una sustancia muy amarga para evitar que los niños ingieran accidentalmente el producto. Se informa de ellos en el etiquetado, en la lista de ingredientes y también en logo como el que mostramos a continuación.
Los productos de limpieza más peligrosos
Estos son, según OCU, los productos detergentes más peligrosos:
Las cápsulas para lavadora y lavavajillas, porque contienen ingredientes irritantes dentro de un envase fino y rápidamente soluble en agua, a la vez que llaman la atención especialmente de los niños al tener colores vivos y un formato que puede confundirse con chucherías. Si se meten en la boca, la saliva disuelve el plástico rápidamente y se libera el contenido irritante causando heridas en la zona que entre en contacto con el producto (boca, esófago, estómago). Si tiene niños en casa lo mejor es tratar de sustituir el detergente por otros formatos (consulte nuestros comparadores) y, si no puede prescindir de ellos, manténgalos fuera del alcance de los niños.
Las pastillas para limpiar inodoros, que son corrosivas y de fácil acceso para los niños, ya que cuelgan de las paredes del inodoro. Además, según OCU, solo son efectivas en una superficie pequeña, por lo que es mejor limpiar más a menudo con un detergente general.
Detergentes, que pueden provocar irritación cutánea (dermatitis de contacto). En ocasiones, un simple contacto con la piel puede ser suficiente para causar daños y en otros se necesita un uso intensivo o prolongado. Los detergentes (para suelos, lavavajillas a mano, para lavadoras, lavaplatos, baño, limpiacristales) pueden irritar la piel porque contienen surfactantes (generalmente del 5 al 15 por ciento, pero algunos concentrados pueden alcanzar el 30 por ciento) es decir, sustancias que sirven para atacar suciedad con un pH diferente al de la piel (por ejemplo, los detergentes para lavavajillas son muy alcalinos). Incluso los conservantes y los perfumes pueden causar reacciones alérgicas con frecuencia, aunque en productos de limpieza están presentes en un porcentaje muy bajo, generalmente <1 por ciento.
Limpiadores de hornos. Son irritantes (a menudo llevan sosa cáustica y solventes tóxicos). Es mejor limpiar inmediatamente después de cada uso para que no se inscruste la suciedad y poder usar limpiadores más suaves, incluso usar una mezcla de bicarbonato y agua.
Desatascadores. Contienen sustancias corrosivas. Según OCU, "generalmente son efectivos, pero la mejor arma es la prevención y en caso de llegar cuando ya tenemos atasco resolver el problema con métodos mecánicos".
Envases en spray (irritación ocular). El propio formato de un producto puede ser fuente de peligro potencial. Cuando se rocía accidentalmente un producto limpiador en los ojos, ello puede generar daños en esta zona tan sensible. El envase en spray es uno de los que más problemas genera, por lo que, si te preocupa este tema en concreto, es mejor optar por otros formatos o, en su defecto, cerrar siempre los aerosoles al terminar de usarlos.
Los detergentes en polvo son particularmente peligrosos porque pueden desencadenar ataques de asma en personas sensibles e irritar las membranas mucosas, así como la piel. Además, los polvos generalmente se encuentran en cajas de cartón, que no tienen cierre de seguridad, así que pueden abrirse fácilmente si se caen y se dispersan en el suelo, con riesgo para los niños y animales.
Los ambientadores contienen disolventes y perfumes alergizantes que pueden ser perjudiciales para la salud, pueden causar o empeorar el asma, la bronquitis, la migraña, especialmente en personas sensibles. Es mejor abrir las ventanas todos los días y ventilar la estancia a menudo que enmascarar el problema añadiendo químicos.
Además, OCU asegura que términos muy frecuentes en el etiquetado de los productos de limpieza, como "hipoalergénico" o "dermatológicamente o clínicamente probado", no son garantía suficiente para los consumidores, porque "no existe un estándar que respalde estas afirmaciones". Tampoco te fíes de alegaciones como "antialérgico", porque es imposible asegurar que no haya algún ingrediente al que pueda ser sensible algún sujeto. Por último, OCU recuerda que los accidentes más comunes que suelen darse en el hogar son la ingestión, la irritación cutánea, la irritación ocular y la inhalación: ello puede darte pistas sobre qué medidas tomar para evitar este tipo de accidentes.