El Ministerio de Sanidad ha ordenado la retirada de 100.000 mascarillas defectuosas repartidas a varias autonomías y que se compraron a una empresa china, de las autorizadas por el gobierno de aquel país.
Sanidad le ha hecho a las mascarillas las habituales pruebas para saber si cumplen los requisitos de protección y no las han superado, según informa el diario El Mundo. No "cumplen" los criterios para proteger a los profesionales sanitarios de la posible penetración del coronavirus. La directora general de Farmacia del Ministerio de Sanidad, Patricia Lacruz, ha pedido a las comunidades autónomas que procedan "a la retirada inmediata de todas las mascarillas", según el diario.
Se trata de un lote de 100.000 mascarillas FPP2 con el envase verde de la empresa Garry Galaxy, un proveedor que forma parte del listado de fabricantes de material sanitario autorizados por China.
Ese tipo de mascarillas debe tener un nivel de penetración de "material filtrante" menor al 6%, y en las pruebas realizadas a estas mascarillas el porcentaje superó el 18%, el 27% y el 29%, en las muestras analizadas por el Ministerio de Trabajo, según el diario.
No es la primera vez que Sanidad tienen que retirar productos comprados en China. Durante las primeras semanas del estado de alarma ocurrió lo mismo con test rápidos para detectar el COVID-19. 650.000 test fueron devueltos.
Cuando fueron analizados en Madrid se detectó que no eran fiables. En aquella ocasión las autoridades de la embajada china en España dijeron que la empresa, aunque estaba autorizada por Europa y tenía su sello de garantía, no tenía el del Gobierno asiático.