125.000 millones de euros y una destrucción de puestos de trabajo de un millón de empleos. Es lo que estima el Ejecutivo que puede provocar el coronavirus en un primer momento. Del millón de empleos que prevé este escenario económico que desaparezcan, el sector turístico es el que peor parado saldrá, con una destrucción directa de 300.000 empleos de los 2,2 millones de personas que trabajan en este sector. Esta desaparición de trabajos está vinculada a una prolongación de unos 120 días de la crisis sanitaria. El Gobierno ya ha movilizado 200.000 millones para frenar esta sangría, que Aguado, vicepresidente de la Comunidad de Madrid llamó devastadora.
Pero la otra cara del coronavirus es la de los que no se pueden 'escapar' de trabajar. Y son muchos. Por eso el baile que todas las mañanas justo antes de abrir hacen con música los trabajadores de un supermercado desprende buenas vibraciones.
Porque son muchos los que siguen trabajando, por lo que reciben y dan ánimo extra estos días. Trabajadores del transporte, de gasolineras, estancos, supermercados, repartidores, una larga lista de ejemplos, a los que hay que sumar los farmacéuticos, especialmente expuestos. El Colegio de Farmacéuticos ha pedido al Gobierno que puedan aconsejar tratamientos leves para descargar la Sanidad de pacientes no graves. Además, dicen que pueden fabricar gel desinfectante para distribuir. Aplausos para todos ellos en momentos donde se desborda la solidaridad.