El estallido de las sexta ola de coronavirus sigue causando estragos en los centros de trabajo, debido al gran número de bajas del personal, a consecuencia de tener que pasar el periodo de aislamiento tras infectarse o estar en contacto con positivos covid. Es el caso de las residencias de mayores.
Ómicron las está dejando bajo mínimos en cuanto a trabajadores se refiere y empieza a ser urgente encontrar sustitutos que atiendan a los ancianos. Por eso, algunas comunidades como Galicia se plantean, de forma excepcional, contratar a trabajadores sin una titulación específica. En la residencia de Santiago de Compostela, han contratado a nueve trabajadores para cubrir bajas. Pues el brote de coronavirus de la residencia ya afecta a un tercio de la plantilla. En Córdoba, por su parte, han contratado a otros diez.
En general, en toda España, hay más de 8.300 trabajadores de residencias contagiados o aislados. Según el Círculo Empresarial de Atención a las Personas, CEAPS, la cifra de bajas ya está en torno al 20%.
Con las plantillas al mínimo, no está siendo fácil encontrar sustitutos en tiempo récord. Faltan, sobre todo, enfermeros. Algo que afecta, por ejemplo, en un geriátrico de Guadix, Granada, donde la labor de los ATS, la están empezando a ejercer los auxiliares de enfermería.
Desde que lo autorizó el gobierno a finales de año -la primera que abrió la mano fue Madrid- Galicia y Andalucía han decidido sumarse a la tarea de formar a personal no cualificado, para que reemplacen, en los trabajos imprescindibles, a las bajas por coronavirus. Para atender a los 7.300 residentes contagiados en los más de mil centros de España que registran casos positivos. Para que todo esté cubierto en el momento en que más se necesita.