Las residencias de Ullastrell y Sant Adrià (Barcelona) han sido cerradas por el Govern este viernes, tras constatar que los dos centros privados no cumplen los requisitos exigidos para garantizar los derechos de los ancianos residentes, en el marco de la crisis de la COVID-19.
El cierre es una medida cautelar hasta la resolución definitiva de los expedientes sancionadores abiertos a estas dos residencias "por las graves irregularidades detectadas en el funcionamiento y organización de los centros durante la emergencia sanitaria de la COVID-19", según el Departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias.
Tanto en la residencia de Ullastrell, gestionada por la empresa Apaser Residencial y la de Sant Adrià por la empresa del mismo nombre, han fallecido un alto número de ancianos que requirió la intervención de la Generalitat.
El Departamento, tras inspeccionar el centro de mayores, abrió un expediente sancionador a Apaser Residencial el 3 de junio por cinco presuntas infracciones graves y 11 presuntas infracciones muy graves, que pueden ser sancionadas con multas de entre 4.000 y 7.900 euros, además del cierre temporal por cuatro años.
En el caso de la Residencia Sant Adrià fue intervenida el 31 de marzo y la gestión se traspasó al Consorcio de Salud y Social de Cataluña. en esta se encontraron dos presuntas infracciones graves y ocho muy graves.
La Fiscalía del Estado ha abierto un centenar de diligencias penales por lo ocurrido durante la pandemia de Covid-19. la Comunidad de Madrid y Cataluña son las que tienen más casos abiertos. Cataluña también tiene 78 investigaciones civiles.