Vas a ver una película, sales del cine y te encuentras a varios conocidos haciendo cola para entrar en la siguiente sesión. “Me ha encantado”, les dices. “Pero no me hagas spoilers”, te suelta uno. ¿De verdad es un spoiler comentar si te ha gustado o no? Parece que sí, y es que el mundo se divide en dos clases de personas: las que consideran spoiler una simple opinión y las que deliberadamente quieren destriparse la película.
¿Cómo es posible que alguien busque un spoiler a propósito?, te estarás preguntando. En realidad, se trata de una “manía” muy habitual pese a que está mal vista, y es que son muchas las personas que no soportan la incertidumbre que genera desconocer la trama de un libro, una serie o una película. Por eso leen primero las últimas páginas, saltan al final del capítulo de las series y buscan en Internet el argumento completo de la película.
Existe una razón por la que detestamos que nos hagan spoilers: la reactancia psicológica. Se trata de una reacción emocional que surge cuando, de alguna forma, vemos amenazada nuestra libertad. Pero, ¿cómo van a amenazar nuestra libertad por destriparnos un argumento?
Cuando leemos un libro, nos volvemos fans de una serie o vemos una película, nos identificamos con los personajes y nos interesamos genuinamente por la trama. Durante dicha trama surgirán plot twist y pasarán cosas que no nos esperábamos, de las cuales algunas nos gustarán y otras nos decepcionarán. Esto es lo que ha ocurrido con un sinfín de franquicias: Perdidos, Juego de Tronos, el universo Marvel, Star Wars, etc. En cualquier caso, somos nosotros quienes decidimos cuándo y cómo enfrentarnos a esos plot twist.
El hecho de que alguien nos haga un spoiler nos priva de esa libertad y, sobre todo, del placer que genera la incertidumbre. Pero ojo, porque para un gran porcentaje de la población la incertidumbre es de todo menos placentera.
Si bien la ansiedad es una emoción normal y no patológica, hay personas que tienen cierta predisposición a experimentarla. Esto se conoce como ansiedad rasgo.
La ansiedad rasgo se caracteriza por una intolerancia a la incertidumbre. En otras palabras, la persona necesita saber en todo momento lo que va a pasar para anticiparse a los posibles problemas que imagina en su mente. La duda es el enemigo y el arma contra la duda es la preocupación.
Esta intolerancia a la incertidumbre afecta a muchas áreas vitales. Si tienen una reunión el viernes, el lunes la persona se estará imaginando todos los escenarios posibles como si fuese el Doctor Strange. “¿Y si me echan la bronca por no haber enviado ese email? Pues le diré que estaba ocupado haciendo este análisis de datos”. Lo mismo ocurre con la vida amorosa, con los amigos, con los estudios y con la familia.
Si tienes ansiedad rasgo, valorarás por encima de todo la sensación de que tienes control sobre lo que te ocurre, el problema es que hay muchos momentos vitales y experiencias personales que no podemos controlar. El ocio no es una de ellos.
Cuando leemos un libro o vemos una serie o película, tenemos el control absoluto de la situación. Podemos decidir cuándo verla, cuándo parar, cuándo saltar para obviar un momento aburrido, cuándo dar marcha atrás para ver una y otra vez esa escena tan emotiva y, sin duda, cuándo buscar deliberadamente un spoiler.
Las personas con ansiedad rasgo deciden buscar spoilers porque lo pasan mal al no saber lo que va a ocurrir, sobre todo si la serie tiene un componente dramático. A nadie le preocupa que un personaje de Friends sufra porque sabemos que al final todos van a ser felices y comer perdices, esa es la gracia de las sitcoms, pero todos vivimos con ansiedad 'Anatomía de Grey', 'Juego de Tronos' o 'Avengers Endgame' porque sabíamos que moriría algún personaje.
Destriparnos ese final tan valorado por algunos no solo reduce la incertidumbre, sino que permite facilitar “la digestión” de ese mal trago. Te prepararás mentalmente durante toda la trama para lo que va a ocurrir y no habrá tanto sufrimiento, aunque también estás eliminando la sorpresa.
Aunque la costumbre de buscar spoilers sea algo banal, sí que es cierto que puede aumentar la ansiedad a largo plazo, ya que no aprendemos a enfrentarnos a la impredecibilidad de la vida.
Es importante entender que la incertidumbre no es algo malo y que no podemos controlar ni nuestras emociones, ni nuestras relaciones sociales, ni nuestros pensamientos. Podemos influir, pero no gobernarlos a nuestro antojo.
Una forma de aprender a lidiar con la incertidumbre es dejar de hacerte spoilers a propósito. Suena difícil y es probable que la ansiedad aumente inicialmente mientras ves una serie, vas al cine o lees un libro tranquilamente en la cama. Sin embargo, te darás cuenta de que no pasa nada, que la ansiedad es pasajera y que esa sensación de vértigo en el estómago por no saber lo que va a ocurrir no dura eternamente ni es tan desagradable.
De esta forma, podremos extrapolar la tolerancia a la incertidumbre a otras áreas vitales. Primero en el ocio, y después en el trabajo, las citas, tu grupo de amigos, la vida familiar, los estudios, y tu salud mental.