Conseguir cita telefónica puede ser una odisea. Llamar por teléfono sigue siendo una aventura que muchas veces no obtiene respuesta. Pero tenerla presencial se convierte en un reto. Gente que lleva 15 días esperando, 25, o los que desesperados se presentan para solicitar consulta de urgencia y logran una para septiembre. Los ambulatorios y los centros de atención continuada de Galicia están saturados, pero parece algo común en gran parte de las CCAA, con una atención primaria de nuevo saturada por esta quinta ola.
La situación no mejora en el País Vasco. Colas que dan la vuelta a las esquinas. Igual que en Valencia. El aumento de contagios de covid entre los más jóvenes está poniendo en jaque a la atención primaria (son pacientes que van a saturar, y que están saturando ya de hecho este nivel asistencial, y si este nivel asistencial se satura, inevitablemente se saturará la atención hospitalaria) y eso a pesar de la ayuda de los militares (AMB). Más de un millar de ellos siguen trabajando como rastreadores para tratar de frenar la pandemia.
Con unos sanitarios agotados y frustrados por el comportamiento de cierta parte de a población. los tiempos de cita, cuando se consiguen, también suelen ser más orientativos que nunca y se puede estar esperando más de hora y media. La gente entiende que los sanitarios no tienen la culpa, no hay más gente y tienen que atender unos 50 o 60 pacientes diarios.