La esclerosis múltiple es una enfermedad autoinmunitaria que afecta el cerebro y la médula espinal (al sistema nervioso central) y que puede producir discapacidad motora. La esclerosis múltiple se manifiesta cuando el sistema inmunitario ataca a la vaina de mielina. Esta vaina es la cubierta protectora que rodea las neuronas. Cuando esta cubierta de los nervios se daña, los impulsos nerviosos disminuyen o se detienen. Ahora, un nuevo estudio apunta a que el virus de Epstein-Barr, conocido popularmente como 'la enfermedad del beso', podría ser la causa principal de la esclerosis múltiple.
Con el tiempo, la enfermedad puede causar el deterioro o daño permanente de los nervios. Los signos y síntomas de la esclerosis múltiple varían mucho según la magnitud de la lesión a los nervios y cuáles de ellos están afectados. Algunas personas con esclerosis múltiple grave pueden perder la capacidad de caminar sin ayuda o de caminar por completo, mientras que otras pueden experimentar largos períodos de remisión sin que aparezca ningún síntoma. La esclerosis múltiple no tiene cura, aunque tratamientos ayudan a acelerar la recuperación y controlar sus síntomas.
Los síntomas de la esclerosis múltiple pueden variar mucho según los pacientes, dependiendo de la magnitud de la lesión en los nervios y a cuáles de ellos afecta. Algunos pacientes con un avanzado estado de la enfermedad en estado muy grave pueden perder la capacidad de caminar por completo. La forma en la que suele manifestarse la enfermedad y los síntomas que presenta son los siguientes:
Otros síntomas comunes en la la esclerosis múltiple incluyen hablar arrastrando las palabras, la fatiga, los mareos, el hormigueo o dolor en distintas partes del cuerpo y problemas con la función sexual, los intestinos y la vejiga.
Las complicaciones que suele llevar acarreada la enfermedad con el tiempo suelen incluir la rigidez muscular, los espasmos, la parálisis, sobre todo en las piernas, problemas de vejiga, intestino y funcionamiento sexual, pérdidas de memoria, depresión y epilepsia.
Una mayoría de los pacientes con esclerosis múltiple suelen experimentar un curso de la enfermedad denominado 'recurrente-remitente'. Esto quiere decir que se intercalan períodos con síntomas nuevos o con recaídas en los ataques que aparecen durante días o semanas, con otros momentos en los que los síntomas se atenúan o remiten las dolencias durante meses o años.
Al menos la mitad de estos pacientes que presentan un desarrollo de la esclerosis múltiple recurrente-remitente desarrollan finalmente una progresión constante de los síntomas, con o sin períodos de remisión, en un plazo de 10 a 20 años a partir de la aparición de la enfermedad. A este nuevo estadio se le denomina esclerosis múltiple 'secundaria-progresiva'.
Cuando los síntomas empeoran suelen comenzar a aparecer los problemas de movilidad. Aunque la progresión de la enfermedad en este curso de esclerosis múltiple secundaria-progresiva varía también mucho entre cada paciente.
También hay algunas personas con esclerosis múltiple que experimentan un inicio gradual y una progresión constante de los signos y síntomas sin ninguna recaída, lo que se conoce como 'esclerosis múltiple primaria-progresiva'.
Aun se desconocen las causas de la enfermedad. Se desconoce por qué algunas personas desarrollan la enfermedad y otras no, aunque se ha señalado a una combinación de distintos factores genéticos y ambientales.
Entre estos factores destacan los antecedentes familiares al considerarse que los factores genéticos tienen mucho que ver en ella; algunos virus; la raza, y es que las personas de raza blanca, en especial las de descendencia de Europa del norte, corren un mayor riesgo de tener esclerosis múltiple; el clima, ya que es más frecuente en países con climas templados; la vitamina D (tener menos niveles de vitamina D y menos exposición a la luz solar se relaciona con un mayor riesgo de esclerosis múltiple); determinadas enfermedades autoinmunitarias; y el tabaquismo (los fumadores que presentan un evento inicial de síntomas que podrían indicar esclerosis múltiple).
El servicio de Neurología del Hospital Universitario de Canarias, liderado por el Dr. Julio Plata, ha llevado a cabo recientemente un trabajo para desarrollar estrategias destinadas a mejorar el estado funcional de los pacientes con esclerosis múltiple a través de la rehabilitación cognitiva apoyada por herramientas virtuales.
En dicho trabajo se analizaron los cambios en el estado cognitivo y los cambios funcionales y estructurales en resonancia magnética tras un entrenamiento cognitivo en 15 pacientes con esta patología. Los pacientes recibieron tres sesiones semanales de tratamiento durante ocho semanas consecutivas. El programa de rehabilitación se centró en atención, velocidad de procesamiento, memoria, lenguaje, funciones ejecutivas, capacidad visuoespacial y cognición social.
Al acabar el programa de intervención se observaron mejorías a nivel cognitivo en memoria verbal y visual y otras funciones, y también los pacientes refirieron encontrarse mejor. Además de ello, se observaron cambios a nivel cerebral en relación al aumento de sustancia gris en región premotora de ambos hemisferios cerebrales, lóbulos frontales, temporales y cerebelo, indicando que el tratamiento cognitivo podría ayudar a mejorar la reserva cognitiva y cerebral.
La afectación cognitiva en la esclerosis múltiple es un trastorno muy común que afecta a un gran número de pacientes. Las más frecuentemente alteradas son la atención, la velocidad de procesamiento de la información, la memoria o las funciones ejecutivas, mientras que el lenguaje, las praxis o las gnosis se encuentran, en general, conservadas.