Llamada a la prudencia a las puertas del primer fin de semana de la nueva normalidad, que además coincide con el inicio de las vacaciones para muchos. Se espera que los desplazamientos se multipliquen. Las autoridades piden prudencia porque el virus sigue ahí. Es el pistoletazo de salida para las vacaciones del coronavirus. La intensidad del tráfico nada tiene que ver con la de años anteriores, pero se notan las ganas en las retenciones de algunas zonas de Madrid, Barcelona, Vizcaya, Castilla-La Mancha y Sevilla. Poco movimiento en las estaciones de autobuses. El transporte colectivo, a pesar de la seguridad, nota los efectos del coronavirus. Eso sí, todos los pasajeros equipados con lo obligatorio y necesario. En la costa, el éxodo del verano aún es mínimo. Y entre los que ya disfrutan del sol, apenas extranjeros.
Turismo nacional y ocupantes atípicos. El teletrabajo ha adelantado los desplazamientos a los lugares de costa. Beneficios de lo virtual. Pero no todo es playa, también hay desplazamientos y turismo de abrazos. Ya podemos viajar de una comunidad a otra sin limitaciones y a eso hay que añadir que reabren muchas playas. Este fin de semana mucha gente se irá a visitar familiares a los que lleva meses sin ver o a su segunda residencia, sobre todo en zonas de costa.
El buen tiempo está garantizado pero ahora, más que nunca, la precaución es fundamental. Este fin de semana se esperan playas llenas.
Para poder disfrutarlas con seguridad sólo hay que tener en cuenta dos normas: hay que dejar dos metros de distancia de seguridad entre personas, tanto en la arena como en el agua.
Y también hay que dejar seis metros libres entre la primera línea y el agua. Hay que evitar el uso de pasarelas y lavapies, donde el riesgo de contagio se dispara.
En algunas playas de valencia ya cuesta mantener la distancia por las tardes. Lo más importante también en la playa es cuestión de sentido común.