Qué probabilidad hay de contagiarse de coronavirus en espacios abiertos
La posibilidad de contagiarse de coronavirus en los espacios abiertos es mucho menor
Aunque menor, existe riesgo dependiendo de las circunstancias
También hay que seguir ciertos cuidados al aire libre
Después de un año luchando contra el covid19 ya hemos conseguido tener algunas evidencias sobre su propagación y su transmisión. Parece más que demostrado que su propagación en los aerosoles de la respiración hace que sea mucho más probable contraer el virus en lugares cerrados que en los exteriores. Por eso, es en los sitios cerrados donde más precauciones debemos tener, donde se desaconseja pasar menos tiempo y donde la acumulación de personas es desaconsejable. También es fundamental la ventilación constante de estos espacios cerrados.
Con la renovación contante del aire en el exterior, las gotas de los aerosoles que expulsamos al hablar o toser se evaporan, y la concentración del virus se diluye, lo que disminuye la posibilidad de contagio. Y no solo el aire contribuye a esta dispersión y eliminación del virus, sino también la luz ultravioleta del sol, que ayuda a eliminar cualquier virus.
MÁS
Pero, aunque al aire libre las posibilidades de contraer el virus se reducen drásticamente, la infección todavía puede producirse. Por eso, es fundamental mantener las recomendaciones de seguridad, aunque estemos en espacios abiertos y aun lejos de aglomeraciones. Aquí el uso de la mascarilla es clave. Pero, ¿Qué probabilidad hay de contagiarse de covid al aire libre?
Contagio en exterior: una cuestión de tiempo y espacio
Diferentes estudios han demostrado ya que es también posible el contagio en espacios abierto, ya que los aerosoles que expulsamos al hablar y al toser pueden recorrer distancias muy considerables. Lo normal es que esas pequeñas gotículas caigan al suelo, pero pueden llegar a viajar hasta dos metros de distancia (aunque se han llgado a encontrar rastros del virus a 5 metros de distancia).e Distintos estudios han afirmado que, en espacios abiertos, una conversación entre dos personas, cara a cara, sin mascarilla, con una duración de unos 15 minutos, es suficiente para producir un contagio. Por eso aquí parece clave la distancia que mantenemos ante la otra persona y sobre todo la duración de la exposición al virus. Es prácticamente imposible contagiarse por cruzarse en la calle con un portador del virus, ya que el tiempo de exposición a las posibles gotículas portadoras del virus no es suficiente. Por eso, no hay que tener miedo a cruzarse con la gente en la calle.
Además de la distancia y el tiempo de exposición en exteriores habría que añadir un tercer elemento a tener en cuenta: el número de personas. Aunque estemos en un espacio abierto, si ese contacto lo tenemos con un grupo más grande de gente, las posibilidades de contagio se incrementan, por eso hay que intentar no juntarse en grupos demasiado numerosos.
El elemento de la renovación del aire es pues, fundamental, y tenemos que tenerlo en cuenta constantemente. Así, los espacios semi cerrados pueden darnos una falsa sensación de seguridad y hay que dejar claro que aquí el aire se renueva, pero con menos velocidad que en un espacio totalmente abierto. Así, por ejemplo, las paradas de autobús o las terrazas semi cerradas de algunos bares pueden facilitar losa contagios si no mantenemos las medidas de seguridad recomendadas.
Recomendaciones para no contagiarse en espacios abiertos
Se han repetido hasta la saciedad, pero no es malo recordarlas. Al aire libre, aunque ya hemos dicho que el contagio por coronavirus es menos probable, no es imposible. Y como los elementos que facilitan ese contagio en exteriores es pasar demasiado tiempo con una persona contagiada a una distancia demasiado corta, aquí las medidas de protección personal como el uso de la mascarilla y mantener siempre una distancia mínima de seguridad resultan esenciales.
Hay que evitar las aglomeraciones, no juntarse demasiadas personas en la calle y mucho menos grandes grupos, mantener una distancia de seguridad (al menos dos metros) y llevar siempre la mascarilla, para evitar precisamente que esas gotículas de los aerosoles que producimos al hablar puedan viajar esos dos metros y contagiar a una persona con la que estamos hablando. No hay que tener miedo a cruzarse con otras personas por la calle porque la exposición es muy breve, pero hay que evitar seguir durante demasiado tiempo la estela de una persona por la calle, ya que podríamos estar exponiéndonos a los aerosoles que produce su respiración durante el tiempo suficiente para contagiarnos. Esto es especialmente aconsejable a los que practican deporte =correr o ir en bici), que no deben ir en grupos, ni unos detrás de otros en fila, por este motivo.