En 2014 The Guardian publicaba una entrevista con el secretario de la Sanidad Británica en la que afirmaba que la soledad mata tanto como fumar 15 cigarrillos al día. Aquel titular tan llamativo despertó la curiosidad sobre una realidad cotidiana a la no se prestaba atención. "La soledad no deseada, la que uno no busca, produce angustia permanente y depresión, aumenta las enfermedades mentales y reduce considerablemente la salud física y emocional", afirma Javier Yanguas, uno de los mayores expertos en soledad no deseada del país.

La soledad afecta a más de dos millones de personas mayores en España, de ellas 1.510.000 mujeres, es un fenómeno en aumento, que crece con la edad y que se ha visto agravado intensamente por la pandemia. No existe ninguna estrategia nacional que aborde el problema en su conjunto, pero Castilla y León tiene un plan, el primero de España, con ideas pioneras y novedosas para ayudar a los que están más solos que la una, sin querer.

El nuevo Gobierno que forme el PP en Castilla y León podrá poner en marcha el primer plan estratégico contra la soledad no deseada aprobado en España. Ninguna otra Comunidad Autónoma tiene un plan sobre el tema, y tampoco existe un plan a nivel nacional, pese a que diversos gobiernos tanto del PP como del PSOE se han comprometido con su elaboración, y en esta legislatura tanto el Congreso como el Senado han aprobado mociones para su elaboración. Fuentes del Ministerio de Derechos Sociales confirman a este medio que están "trabajando en el borrador de una estrategia nacional que se presentará en primavera a las entidades y organizaciones interesadas, y una vez terminado el documento, se presentará a las CCAA".

Otros países se toman en serio el problema. El Reino Unido tiene un ministerio específico desde 2018, y desde 2021 Japón también tiene un ministerio contra la soledad. Según un estudio de la Fundación la Caixa, casi tres millones de personas mayores de 50 años se sentían moderadamente solos, y 500.000 sentían soledad profunda.

Pero los expertos alertan de que el problema puede ir a más. En torno a un 30% de las personas de 40 a 65 años experimenta aislamiento social y más del 35% sufre soledad emocional. "Teniendo en cuenta que ese es el momento del ciclo vital en el que estamos más ocupados y desempeñamos roles sociales que nos vinculan a otras personas (paternidad, trabajo…), yo soy pesimista sobre la evolución de los niveles de soledad de esas personas cuando se hagan mayores" comenta Javier Yanguas.

El plan pionero de Castilla y León ha destinado 100 millones de euros en 4 años, y los primeros 25 millones se invertirán en 2022. Una de las novedades más interesantes es que se considera la soledad no deseada como "una necesidad especial que confiere a quien la padece el derecho a acceder al sistema de Servicios Sociales", esto es, por primera vez en España, alguien tendrá derecho a acceder a prestaciones sociales específicas sólo por el hecho de hallarse en una situación de aislamiento. No se trata de prestaciones económicas, sino de servicios o actividades que entrarán dentro de los servicios prestados actualmente por la Comunidad, y de otros de nueva creación.

Uno de los servicios de nueva creación es el denominado Canguros. Está pensado para pequeñas localidades que no tienen, por ejemplo, centros de día. Una persona con formación prestará cuidados específicos a grupos reducidos en el domicilio o en instalaciones cedidas por ayuntamientos o entidades.

También se habilitará un teléfono gratuito, bajo la denominación “Cerca de ti”. Las personas que se sientan solas pueden llamar a este teléfono, que todavía no se ha habilitado, y los profesionales que lo atienden valorarán su situación y le proporcionarán los recursos más adecuados.

Se está creando una red amiga a través de la cual todas las ongs que se adhieran participarán en la detección de casos de soledad y lo pondrán en conocimiento de la gerencia de Servicios Sociales, que determinará el recurso más apropiado en cada caso. El Plan también aportará fondos para el mantenimiento de las asociaciones de voluntariado que se adhieran al programa.

Igualmente se está trabajando en la creación de unos “espacios de encuentro frente a la soledad”. Se trata de locales de titularidad municipal donde se reúnen grupos de hasta doce personas para realizar distintas actividades. Las actividades podrán ser realizadas por profesionales o voluntarios, y se planearán conforme a los intereses de los asistentes. Estos espacios estarán cerca del lugar de residencia de los participantes para que puedan desplazarse por sus propios medios, pero si esto no fuera posible, también se contempla la creación de un servicio de transporte a demanda, sufragado por el plan, y que trasladará a los interesados a los lugares donde se realicen las actividades.

Sobre la necesidad de establecer una estrategia nacional sobre la soledad, Yanguas no se moja. "No soy político y me cuesta opinar sobre ese punto. Sí creo que hay que asumir que todos vamos a estar solos en algún momento de nuestras vidas, la soledad es una experiencia muy común, que tenemos que ser capaces de gestionar", comenta Yanguas. "No nos creemos que la soledad mata, nos da lo mismo. Los altos índices de soledad hablan de cierto fracaso de esta sociedad, hay una urgencia en retejer e imaginar de nuevo cómo van a ser nuestras relaciones en el futuro, y hay que trabajar para restablecer el compromiso con los demás y con el bien común. La soledad no sólo tiene que ver con la salud física, mental o emocional, tiene que ver con cierta salud moral o ética de las sociedades, y esa es otra urgencia que debemos abordar", concluye el experto.