Las intervenciones más demandadas son a nivel corporal, siendo la mamoplastia y la liposucción las más solicitadas. En cuanto a la cirugía facial, la blefaroplastia, la rinoplastia y los tratamientos de rejuvenecimiento facial no quirúrgico son las que le siguen en orden de solicitud.
Operación bikini
En primavera llegan las prisas, es cuando realmente te das cuenta de que empieza la cuenta atrás para lucir palmito en verano. Es el momento de analizar tu rostro y tu cuerpo en el espejo y te planteas cómo mejorar de cara a la época estival. Hay personas que comienzan a hacer un poco de ejercicio y quienes se deciden por una dieta, pero también está quien zanja el asunto con una intervención quirúrgica. Aún hay tiempo suficiente para recuperarse y la recompensa no es sólo un mejor aspecto, sino aumentar tu confianza y seguridad.
Lo cierto es que en esta época del año es cuando se produce un incremento en las intervenciones quirúrgico-estéticas de contorno corporal y facial. Según datos de la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (SECPE), los cirujanos plásticos reciben en torno a un 60% de la demanda anual entre los meses de marzo y junio. El factor determinante es el tiempo de recuperación ya que, aunque el postoperatorio de cada intervención es diferente, queda margen suficiente para la perfecta cicatrización de la zona intervenida sin que se vea afectada por el calor y la exposición a los rayos del sol.
Las intervenciones más demandadas
La cirugía más demandada en España es el aumento de mamas. La mamoplastia, que consiste en el cambio de volumen o forma de los senos, representa el 50% de todas las intervenciones estéticas que se realizan en España, siendo a la cirugía de aumento a la que corresponde la mayor parte de este porcentaje. El postoperatorio suele durar unas tres semanas, pero durante el primer año no se recomienda la exposición solar, de este modo se evitan cicatrices pigmentadas.
La siguiente intervención más solicitada es la liposucción, tanto en el área abdominal como en las cartucheras, cuya finalidad es eliminar la grasa localizada que no desaparece con dieta y ejercicio. Durante el postoperatorio no sólo hay que evitar el sol, también hay que llevar una faja compresiva para disminuir la inflamación. Por esta razón es conveniente que la intervención se realice antes que llegue el calor ya que la faja puede provocar sudoración y dificultar la cicatrización.
En tercer lugar, se sitúan las intervenciones faciales: rinoplastia, blefaroplastia y tratamientos no quirúrgicos. La rinoplastia requiere un postoperatorio de un mes, aunque durante la primera semana es necesaria una férula de protección y utilizar un factor alto de protección solar durante tres meses.
La blefaroplastia tiene un posoperatorio corto, pero requiere ciertos cuidados y durante las primeras semanas se puede presentar hipersensibilidad a la luz.
Los tratamientos no quirúrgicos, rellenos con ácido hialurónico y aplicación de toxina botulínica entre los más habituales, no requieren postoperatorio, pero durante la primera semana pueden dar lugar a inflamación y se recomienda evitar el sol y las altas temperaturas.
En el caso de los hombres, después de la rinoplastia, la intervención que más solicitan es la cirugía para la corrección de la ginecomastia, que consiste en modificar tanto el volumen como la morfología de las mamas masculinas eliminando tanto el exceso de grasa como de glándula mamaria en el pectoral. Su demanda ha aumentado un 30% en los últimos 10 años y la SECPE afirma que 4 de cada 10 hombres pasan por quirófano para corregir sus pectorales. El postoperatorio requiere un par de días de reposo y evitar el ejercicio físico durante un mes.