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La preocupación es máxima en Alemania tras la activación de nuevos focos del coronavirus en el país. Un nuevo foco en la ciudad alemana de Gotinga ha obligado a poner en cuarentena a 700 vecinos que habitan en un edificio de viviendas. Durante 14 días deben permanecer aislados después de que 100 personas del mismo bloque hayan dado positivo en coronavirus. Con el fin de evitar que el brote siga extendiéndose, los organismos municipales se coordinan para abastecer a todos los vecinos para que no tengan que salir del recinto.
Un brote que se suma a otro que se ha detectado en Berlín también esta semana con 74 casos positivos y que afecta a siete bloques de pisos. Allí, 370 familias están confinadas en unas condiciones complicadas, ya que las viviendas son muy pequeñas y en cada una de ellas conviven muchas personas.
Aunque el foco que más preocupa es el que ha surgido dentro de una empresa cárnica al oeste del país donde ya hay más de 800 trabajadores contagiados y se han tenido que cerrar colegios y guarderías.
"El hecho de que el número de contagios en el matadero esté muy por encima de la media es seguramente debido al sistema de contratos de trabajo: Obliga a muchos trabajadores a aceptar condiciones de vida inaceptables, que están relacionadas con el alto riesgo de infección y ofrecen poca protección si se registra un contagio", ha afirmado Robert Toennies, propietario del matadero infectado, en una carta abierta. Desde el miércoles la fábrica permanece cerrada y 7.000 personas están en cuarentena. No se descarta que el número de casos aumente en los próximos días.
La cifra de 803 afectados se da cuando faltan aún los test de más de 5.300 empleados. Así que puede superar el millar. Por eso han pedido ayuda al gobierno alemán y al ejército, que puede hacer entre 400 y 500 pruebas a la hora. El descontento entre la población es evidente tras las estrictas medidas de aislamiento, como el cierre de colegios. Con la investigación en marcha, el Ministro de Trabajo alemán anuncia cambios en el sistema de contratos de un sector que mueve más de 200.000 empleos y que obliga a los trabajadores a aceptar condiciones de vida inaceptables, que están relacionadas con el alto riesgo de infección y ofrecen poca protección si se registra un contagio.
El consejero del distrito, Sven-Georg Adenauer, ha señalado que el matadero, que pertenece al grupo empresarial Toennies, líder en la industria cárnica alemana, permanecerá cerrado de diez a catorce días por el brote. Ahora tratan de identificar a todas las personas que hayan estado en contacto con los infectados, incluidos sus familiares. Las Fuerzas Armadas, por su parte, han prometido enviar una decena de efectivos, algunos de ellos con experiencia médica, y varios miembros del personal que ayudarán a recabar y organizar la documentación de los que se sometan a las pruebas.
Por su parte, el portavoz del grupo Toennies, Andre Vielstaedte, ha pedido disculpas por lo sucedido. "Me gustaría pedir disculpas a la población del distrito en nombre de la familia Toennies. Haremos todo lo que podamos para sacar el virus de la planta para que podamos volver a trabajar", ha indicado.
Al mismo tiempo se cuestionan las malas condiciones de higiene en los mataderos de Alemania y la falta de control por parte del Gobierno. Después de que se detectara en mayo un brote en una planta de procesamiento de carne en Coesfeld, en Renania del Norte, el Gobierno ordenó que las empresas del sector realizara test periódicos de coronavirus a sus trabajadores y la planta afectada fue clausurada de manera temporal.
El ministro de Sanidad de Renania del Norte Westfalia, Karl-Josef Laumann, anunció el miércoles que todos los trabajadores de mataderos del estado serán sometidos a pruebas de coronavirus para determinar si el brote es único o se detectan más focos.
Clemens Toennies, socio director de la compañía, rechazó hace semanas que se sembraran las sospechas sobre todo el sector después de que se detectara un brote en una planta de la empresa rival Westfleisch. Su empresa inicialmente solo informó de algunos casos individuales.
El balance en toda Alemania ha aumentado en las últimas 24 horas con 26 víctimas mortales y 580 casos, frente a los 30 fallecidos y los 345 contagios de la jornada anterior. Con los nuevos datos, el balance de la pandemia del coronavirus en Alemania asciende a 187.764 personas contagiadas y contagios y 8.856 fallecidos.