Preguntar o no al otro con cuántas personas se ha acostado antes: "Quiero hablarlo, pero no sé si hacerlo"
Las experiencias sexuales de una persona, ya sea por su abundancia o por el tipo de prácticas realizadas, no determinan su valor
“Igual que me gusta que me cuente cosas sobre sus amigos del instituto o sus experiencias en la vida, también quiero conocer esta parte de ella, pero no sé si hacerlo”
Aunque parece una etapa repleta de alegría, el comienzo de una relación puede no ser sencillo. Adaptarse a una persona nueva, con sus manías y sus defectos, requiere tiempo y esfuerzo. A esto debemos sumarle la importancia de la comunicación en las etapas iniciales de la pareja. ¿De qué podemos hablar y qué es mejor no sacar a relucir? ¿Es apropiado preguntar por los ex? ¿Cuándo debemos confesar nuestras inseguridades? ¿Es mejor preguntar o esperar a que la otra persona lo cuente?
Todas estas preguntas suelen aparecer en nuestra mente cuando conocemos a una persona que nos gusta y empezamos a salir en serio. Y de todas las incógnitas, hay una que se lleva la palma: cómo era la vida sexual de tu pareja antes de ti.
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Bernat, un joven de 23 años que acaba de comenzar una relación seria, tiene esta misma duda. “A veces me entran ganas de preguntar a mi novia por sus experiencias sexuales. No quiero saberlo por posesividad ni nada de eso, es simplemente curiosidad. Me da igual si me dice que solo ha estado con un chico antes o si me dice que se ha acostado con 50”, relata. “Igual que me gusta que me cuente cosas sobre sus amigos del instituto o sus experiencias en la vida, también quiero conocer esta parte de ella, pero no sé si hacerlo”.
Muchos jóvenes –y no tan jóvenes– tienen la misma duda que Bernat. El pasado sexual de nuestra pareja es un terreno tan intrigante como peliagudo, y para saber si es apropiado hacer la dichosa pregunta o no, debemos responder a cuatro cuestiones:
¿Por qué quieres saberlo?
El primer paso es identificar la motivación de tu pregunta: si quieres saberlo para conocer mejor a tu pareja, igual que te interesas por su familia, sus amigos o su comida favorita, no tiene nada de malo preguntar. Sin embargo, si lo que te hace interesarte por su vida sexual pasada son los celos, es mejor abordar tus inseguridades desde otra filosofía. Conocer al detalle las experiencias románticas o eróticas de tu pareja no solo no te tranquilizará, sino que te hará sentir peor.
En estos casos, debes ser tú quien trabaje en tu propia autoestima. No puedes responsabilizar a tu pareja por lo que ha hecho cuando ni siquiera os conocíais o no eráis pareja.
¿Tu pareja se sentirá cómoda contándotelo?
El siguiente paso es reflexionar sobre cómo afectará la pregunta a tu pareja. Hay personas que se sienten muy cómodas hablando de sexo. Si tu pareja es una de ellas, el tema de conversación puede ir sobre ruedas. En el lado opuesto, otras personas son más recelosas de su intimidad y prefieren reservar esa parcela de su vida para ellas mismas. ¡Esto no significa que no confíe en ti ni que se avergüence! Debes respetar la decisión de tu pareja si no quiere contártelo.
Por otro lado, la vida sexual de tu pareja no solo le atañe a ella. Puede que haya detalles que no quiere contar para no comprometer a otras personas. Esto no es algo que deba hacerte sentir inseguro o insegura, sino un gesto que denota empatía hacia sus anteriores parejas sexuales.
¿Cómo reaccionarás al saberlo?
Debes hacer un ejercicio de reflexión e imaginar tu reacción ante las posibles respuestas. Si te dice que ha estado con muchas personas antes de conocerte, ¿te sentirás inseguro o insegura? Si la respuesta es sí, es mejor no hacer la pregunta.
En primer lugar, que una persona tenga un historial sexual largo no significa que disfrute menos contigo. Tampoco aumenta las probabilidades de que te deje por otro o por otra. Y por si lo estabas pensando, no le hace superior por tener ‘más experiencia’, ni te hace superior a ti por ser ‘más selectivo’.
En segundo lugar, debemos reflexionar sobre el papel del sexismo en nuestra forma de entender las relaciones. A día de hoy, hay quienes infravaloran y critican a las mujeres con una vida sexual activa. Las experiencias sexuales de una persona, ya sea por su abundancia o por el tipo de prácticas realizadas, no determinan su valor.
¿Cómo harás la pregunta?
Si decides hablar sobre el tema, es fundamental seguir una serie de pautas:
- No utilices eufemismos ni te vayas por las ramas. Mejor sé directo, pero sin resultar muy intrusivo.
- Sé empático. Si notas que tu pareja está incómoda, no insistas. Pide perdón y cambia de tema.
- Ábrete. Compartir tus experiencias puede ayudar a que tu pareja se sienta cómoda para hablar del tema.
- Deja claras tus intenciones. Explícale que no vas a juzgar su respuesta bajo ninguna circunstancia y que tu autoestima no se verá afectada por su vida sexual pasada.
- Si en algún momento te sientes inseguro, dilo. Puede que te de muchos detalles y que inevitablemente sientas celos. No debes avergonzarte. Lo ideal es que lo reconozcas, pero dejando muy claro que esa sensación es responsabilidad tuya y no culpa de tu pareja.