"Los PAH son muy comunes. Todos los días los ingerimos porque se forman en la combustión de materia orgánica, pero en cantidades minúsculas, de microgramos. Cuando se quema cualquier cosa, desde papel, tabaco o un árbol, pasando por la carne de una barbacoa o el café que te tomas todas las mañanas, se pueden llegar a formar estos compuestos, y entre ellos está el criseno", explica el investigador.
En relación a las chanclas del Primark, en donde se detectaron niveles de criseno que excedían el 1.0 mg/kg permitido por ley, "se trata de un compuesto empleado como colorante, pero normalmente se aplica en cantidades muy pequeñas. Es más, para que fueran peligrosas tendrían, no solo estar en grandes cantidades, sino pasar a través de la piel y, de ahí, al organismo. Y, al ser cantidades tan pequeñas, lo habitual es que ni siquiera traspase la piel", explica el investigador.
Por eso, respecto al caso de la alarma sobre la retirada de las chanclas del Primark, el experto reconoce que es "muy exagerada, pero hay una normativa que dicta la cantidad máxima de los compuestos y en estas zapatillas había cantidades muy superiores. Al establecer del mismo modo límites de precaución muy altos, los efectos para la salud son mínimos".
Lo más tóxico lo inhalamos todos los días (queramos o no)
De todos los compuestos tóxicos que hay, Echevarren asegura que este no es, ni de lejos, el peor de todos. "En nuestro laboratorio, trabajamos diariamente con productos mucho más tóxicos que esos, pero con las medidas normales de protección, como guantes y sobre máquinas extractoras, no hay peligro". Concretamente se refiere al benzopireno, el principal producto tóxico en la combustión del tabaco, y "100 veces más peligroso que el criseno".
"Saltan muchas alarmas sobre cosas como esta pero hay cuestiones mucho más preocupantes que hace la gente habitualmente, como comer comida muy quemada de las barbacoas y fumar, donde los compuestos de PAH son mucho más activos y tóxicos", concluye.